Constelaciones familiares: una herramienta terapéutica para hacer ’visible lo invisible’

¿Qué dinámicas ocultas e inconscientes existen en tu familia? A menudo, nos quedamos atrapados en roles antiguos, que no nos pertenecen o que no nos benefician, perpetuando relaciones familiares complejas, dolorosas o tóxicas. Aprende a hacerlas visibles y a cambiarlas a través a las constelaciones familiares.

Constelaciones familiares una herramienta terapéutica para hacer ’visible lo invisible’.
Constelaciones familiares una herramienta terapéutica para hacer ’visible lo invisible’.
Enca Salguero

Periodista

Es imposible empezar a escribir sobre constelaciones familiares sin hablar de su creador Bert Hellinger, filósofo, teólogo y pedagogo alemán. En 1978 inició su investigación y descubrió lo que él denominó ‘Órdenes del Amor’. Hellinger convivió durante 16 años con los zulúes en Sudáfrica y su observación sobre las dinámicas de grupo le ayudaron al descubrimiento de un método terapéutico que hoy día se conoce como constelaciones familiares.

¿Pero qué son exactamente las constelaciones familiares?

Ester Puigdemont es consteladora, creadora y directora de Espai Llavors centro de formación en constelaciones y terapias: “Para mí las constelaciones son una configuración, una representación de un conflicto. Un movimiento personal o familiar, incluso laboral. Una imagen que a través de representantes, personas u objetos, podemos ver y mirar dinámicas ocultas que a nivel inconsciente no son visibles. Una manera de hacer visible lo invisible”.

Todos tenemos una familia de origen, la conozcamos o no, nos guste o no. Pertenencia, jerarquía y equilibrio entre el dar y el recibir

Tres son las leyes que Bert Hellinger definió para configurar las constelaciones familiares:

  1. La primera ley es el orden de pertenencia. Todos, independientemente de nuestro gusto o preferencia personal, pertenecemos a una familia, a una sociedad, a un entorno laboral. A nivel sistémico necesitamos sentir que formamos parte del grupo, la exclusión de cualquiera de los miembros crea un desajuste que afecta a todos de una forma u otra.
  2. La segunda ley es la de jerarquía. En función del orden de llegada a un sistema tenemos o nos apropiamos de una serie de derechos. Por ejemplo, en una organización laboral la llegada de un nuevo miembro que pasa a ser jefe o jefa, crea un desequilibrio si pasa por delante de miembros más antiguos. También puede suceder en una familia donde se produzca un intercambio de roles. En general, es importante respetar la jerarquía para que todo fluya.
  3. La tercera y última ley consiste en las dinámicas entre el dar y el recibir. Sobre todo si hablamos de una pareja o de iguales, la compensación entre lo que aportamos y recibimos debe ser equilibrada. Es frecuente ver dinámicas en las que las parejas se desequilibran porque una de las partes ha dado demasiado y el otro es incapaz de igualarlo. Esta dinámica es diferente en el caso de los padres e hijos, en la que según Hellinger, los padres deben dar a sus hijos sin esperar ni que deba darse una compensación.

Con amor, solo con amor, no basta. Tiene que estar en orden

Carme Tuset es facilitadora de constelaciones formada con Bert Hellinger, fundadora y directora de Espacio Sistémico Humanista y licenciada en psicología con más de 30 años de experiencia, cuya visión sobre las constelaciones es la siguiente: “En las constelaciones vamos a buscar dinámicas ocultas que nos están provocando que no tengamos la vida como queremos. En una constelación se muestra la parte más inconsciente del problema y ¿con qué conectamos en las constelaciones? Conectamos con información pura y dura, con la información más inconsciente sobre el tema que está planteando la persona. A veces considero las constelaciones familiares como una terapia y otras veces como una filosofía de vida. Las constelaciones son una manera de ver la vida y posicionarte”.

Orden e inclusión en el sistema familiar; cómo nos ordenamos para una foto de familia

Según la teoría de Hellinger, todo tiene un orden y todo debe estar incluido en el sistema familiar. Y parece obvio pero no siempre es así. ¿Cuántas veces has sentido que un hermano pequeño hacía de hermano mayor? ¿O unos padres que ceden el rol a uno de los hijos y dejan de hacerse cargo?¿O ese familiar que desearíamos que no fuera parte de nuestra familia? Vamos a poner un ejemplo sencillo de orden e inclusión respetando el orden sistémico con un ejemplo visual. ¿Cómo nos ponemos para una foto familiar? ¿O cómo nos sentaríamos en una mesa respetando este orden sistémico?

¿Cuántas veces has sentido que un hermano pequeño hacía de hermano mayor?

Las familias y vínculos que establecemos son hoy día más diversos y múltiples que hace unos años. Es común parejas que se forman con hijos de relaciones anteriores, incluso con mascotas o animales y que tienen que desarrollar un nuevo orden y sistema familiar. Más que nuevo, según la mirada de Hellinger, debe ser ordenado e inclusivo. Las parejas debemos situarlas a nuestra derecha. Y, en el caso de tener hijos, es importante que los hijos entiendan la pareja como un estamento superior y que el equilibrio como pareja de los padres es primordial. En cambio, si hablamos de hijos de relaciones anteriores, estos han llegado antes que la nueva pareja, con lo cual, para mantener el orden sistémico, deben estar ‘antes’ que la nueva relación. Si las parejas se sitúan a la derecha, los hijos deben hacerlo a la izquierda y por orden descendente.

Así, en una foto familiar tendríamos a las generaciones anteriores: abuelos o bisabuelos detrás, junto a sus respectivas parejas y a los hijos y nietos en las filas delanteras, pero la vida no es tan sencilla como una fotografía.

Orden e inclusión en el sistema familiar

“De tal palo, tal astilla”. No todo lo que heredamos es genética

Igual que aceptamos con naturalidad ser parecidos a nuestros familiares, tener la mirada de la abuela, las manos iguales que las de nuestro tío, el mismo carácter que mamá y el ímpetu de papá, ¿no debería parecernos igual de natural compartir sucesos, dificultades o éxitos inherentes en nuestro sistema familiar? No todo lo que compartimos es genética.

Nuestro entorno social y cultural y nuestra familia son los escenarios sobre los que nos formamos como seres sociales. Y las constelaciones familiares, lejos de su etimología astral, son una herramienta terapéutica que permite ahondar en cualquier tipo de problema o conflicto a través de la representación del sistema familiar.

Ester Puigdemont nos profundiza un poco más sobre el funcionamiento de esta herramienta: “Nos parece que una persona haga de representante en un taller de constelaciones es algo muy raro. En cambio, hemos normalizado que un teléfono móvil funcione a distancia, nosotros somos información. Llevamos información de nosotros, de nuestro sistema y de nuestra historia. Además, la herramienta de las constelaciones nos permite estar desde el sentir, desde la percepción, desde la conexión con las emociones y es una experiencia más amplia que solo desde la razón”.

Cuando a nivel consciente queremos algo y a nivel inconsciente hay un conflicto; “el inconsciente siempre gana”

Un concepto clave sobre el que se articulan las constelaciones familiares, como nos remarca Carme Tuset, son las fidelidades familiares: “Igual queremos una buena relación de pareja pero si mi madre, mi abuela y mi bisabuela han tenido problemas, ¿cómo puedo yo permitirme una relación de pareja sin traicionarlas? A nivel consciente quiero tener una buena relación, pero a nivel inconsciente soy fiel a ellas y cuando hay lucha siempre gana el inconsciente. Se trata de hacerlo de una manera diferente, de poderlas honrar, respetar lo que ellas han vivido. Solo el amor libera, si nos enfadamos como ellas lo hacen, repetimos. Si podemos respetar lo que han hecho, como lo han vivido, nosotros podemos permitirnos hacerlo diferente, pero solo desde el amor y el respeto”.

De tal palo tal astilla

Los beneficios ocultos de los problemas

A veces son muchos y variados los argumentos que encontramos para no abordar un conflicto o para perpetuar una situación que sabemos que no nos favorece. Según nos cuenta Tuset: “Nos mantenemos en el problema por algún beneficio oculto, a veces ver lo que realmente hay detrás nos puede dar miedo porque pueden salir cosas que no esperamos. En una constelación no sale nada que no haya o exista, es mejor estar preparado para lo que hay y saber que no salen cosas raras. Siempre parto de la base de que las cosas nos afectan más cuando están en el inconsciente que cuando podemos pasarlas al consciente y las podemos ver”.

Puigdemont coincide con esta visión: “Muchas veces tenemos miedo a atravesar el conflicto porque no sabemos qué hay detrás. Es más fácil seguir en nuestra zona de confort, en nuestro conflicto, que salir”. Y si algo ofrecen las constelaciones familiares es una terapia breve que expone de forma clara y directa el conflicto, que nos permite avanzar y continuar, eso sí, requiere el compromiso de una mirada fiel y real a uno mismo.

Sí, tu expareja forma parte de tu sistema

Llevas todo el artículo dudando y la respuesta es sí, nuestras exparejas forman parte de nuestro sistema. La existencia del vínculo no la decidimos nosotros, entonces, aunque es probable que queramos o creamos estar desvinculados de alguna relación anterior, puede darse el caso de que no sea así. No estamos diciendo que todo vínculo sea malo, solo que hay que ser conscientes de los que tenemos y sanarlos, en caso de ser necesario. Pero sin duda, lo que es obligatorio a la hora de aplicar esta herramienta terapéutica en nuestra vida es la guía y asesoramiento de un buen terapeuta, que pueda acompañarnos en el proceso de conseguir una vida plena.

A la hora de plantearnos la posibilidad de realizar una constelación familiar debemos saber qué puede trabajarse cualquier problema, desde una persona que tiene un miedo irracional que no sabe de dónde le proviene, hasta la imposibilidad de un embarazo, la timidez, las enfermedades o cualquier otro conflicto que nos impida evolucionar y tomar la vida de nuestra riendas. Además, la era virtual no es un problema para esta terapia, ya que puede realizarse a distancia e inclusive permite constelar a dos personas que estén en lugares distintos. Sin duda, una herramienta terapéutica que no deja indiferente a quién la utiliza.

¿Dónde podemos realizar esta terapia?

En Barcelona: Espai Sistèmic i Humanista

En Girona: Espai Llavors 

En Madrid: Dosmasunotres

Sobre el autor
Enca Salguero

Periodista y ocupada y preocupada por el planeta y la sostenibilidad. Abogando por el ecofeminismo y aficionada a la astrología y a todas las disciplinas que ofrezcan miradas holísticas y novedosas. 

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