Muchas veces nos preguntamos sobre cómo nos comunicamos entre nosotros y cómo nos afectamos unos a otros. Y el agua nos muestra tan solo un poco de cómo nuestro poder de emoción, pensamiento e intención se extienden e impactan en nuestras vidas y en las de los demás.
Esto es lo que precisamente ha demostrado el Dr. Masaru Emoto en sus más de 12 publicaciones sobre el agua y las emociones. Este experto japonés dedicó los últimos años de su vida a la investigación científica sobre cómo la emoción afecta a las moléculas de agua a través de fotografías especializadas. En sus publicaciones, describió numerosas circunstancias en las que éstas impactaron tanto de manera positiva, como negativa y neutral.
Las emociones afectan las aguas de nuestro cuerpo, de la misma forma que la luna afecta las mareas
“El agua es un medio para la transferencia de ondas, y las emociones se miden en ondas cuando se conectan a monitores corporales y cerebrales. Si el agua en nuestros cuerpos puede servir para transmitir sentimientos, podríamos conjeturar que las moléculas de agua también se ven probablemente afectadas. Del mismo modo que nuestros pensamientos y sentimientos pueden contaminar o purificar nuestro propio entorno interior”, explica Masaru Emoto.
Efectos del agua en las emociones humanas
Tal y como explican algunas de las teorías de Emoto, las palabras que expresan emociones tienen su efecto en los cristales formados en el proceso.
Según el científico, las palabras con contenidos emocionales positivos producen cristales hermosos y aquellas con contenido emocional negativo generan cristales feos. También asegura que la música e incluso las imágenes tienen un efecto similar.
Emoto también ha experimentado con arroz en agua, y afirma que las palabras con contenido de emociones positivas inducen un proceso metabólico conocido como fermentación, mientras que aquellas con contenido emocional negativo tienden a inducir podredumbre. Sin embargo, sus experimentos también han sido criticados por otros expertos científicos que se han mostrado escépticos.
1. El agua tiene una mente
El agua tiene memoria. Para Masaru Emoto, aunque se trate de una molécula tan pequeña y simple, las estructuras que forma cuando se agrupan son complejas y se forman como una especie de cinta magnética con capacidad para recordar todo aquello con lo que ha entrado en contacto, tanto lo físico como lo energético. El agua cambia para bien o para mal dependiendo de la experiencia vivida, así que se trata del ordenador más complejo que se haya descubierto.
“En nuestro mundo, el agua juega un papel clave en la forma en que se intercambia esa información, y en efecto, es el medio a través del cual se gobierna toda la naturaleza”, asegura Emoto
2. El agua responde a la emoción humana más que cualquier otra cosa
Un estudio publicado en el National Institutes of Health (NIH) ha demostrado que las emociones humanas tienen el efecto más poderoso sobre el agua, de manera que las emociones positivas aumentan la energía del agua y la estabilizan, mientras que las negativas reducen su energía y hacen cambios radicalmente dañinos en ella.
En sus múltiples experimentos, el científico japonés tocó música y habló con amabilidad y dureza para después congelar criogénicamente el agua. Las estructuras cristalinas que emergieron de sus profundidades fueron muy impactantes ya que resultaron fotografías muy bellas de hermosos cristales que se desarrollaron a partir de la música de Mozart, por ejemplo.
3. Nos comunicamos a través del agua
De todos los estudios que se han realizado, se deduce que el agua juega un papel importante en la forma en que nos comunicamos entre nosotros, tanto cuando estamos juntos como separados, ya que somos recipientes de agua. Si todo es energía, entonces el agua es una parte importante de la utilidad de esa energía y nos permite capacidades que la mayoría ha pensado imposibles.
4. Somos un canal de agua
Ya sea un pensamiento, una oración o una sonrisa, nuestra intención interactúa con el agua para impactar nuestro mundo de maneras poderosas, que cambian el curso de las vidas para bien o para mal. “Cuando mis músculos se bloquean en una conexión curativa con alguien lejano, a menudo me pregunto cuánta agua tiene que ver con esta unión, y estoy agradecido una vez más de ser un canal de agua curativa para alguien necesitado”, dice Masaru Emoto.
Correlaciones simbólicas entre el agua y las emociones
Lo que el agua puede enseñarnos:
Agua
- Toda la vida necesita agua
- El agua limpia es la mejor
- El agua es productiva si se canaliza de forma constructiva
- El agua es dañina si está fuera de control
- El agua limpia limpia
- El agua nos eleva asociándonos con ella en la naturaleza
- El vasto mar nutre nuestra alma
- Nadar es refrescante y revitalizante
- Surfear las olas del océano es estimulante
- La luz sobre el agua es brillante y hermosa
- El agua limpia y clara es magnéticamente atractiva
- Las cascadas son elevadas y edificantes
- La lluvia lava la mugre
- El agua nutre y da vida a las plantas
- Las duchas generan iones que nos afectan positivamente
Emociones
- Toda vida necesita emociones
- Las emociones limpias y claras son las mejores
- Las emociones son productivas canalizadas constructivamente
- Las emociones son dañinas cuando están fuera de control
- La asociación con emociones positivas es edificante
- Las emociones expansivas nutren nuestra alma
- Las emociones positivas refrescan y revitalizan
- Elegir la positividad es estimulante
- La luz del alma brilla hermosas emociones
- Las emociones claras son magnéticamente atractivas
- Las emociones más altas son edificantes
- Un buen llanto ayuda a eliminar el dolor
- Cultivamos plantas nutritivas
- La positividad de la ducha nos afecta positivamente a nosotros y a los demás