El tipo de energía que emitimos en cada circunstancia es crucial para poder vivir momentos de felicidad y plenitud. Por ejemplo, en el trabajo en forma de éxito o en nuestra vida personal y en nuestras relaciones íntimas. A priori, solemos pensar en la energía física como una de las mayores responsables de nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y nuestros pensamientos, pero existen otros tres tipos de energía que nos afectan tanto o más en nuestras acciones cotidianas, y son la energía mental, la emocional y la espiritual.
De hecho, un estudio publicado en el 2014 por la Universidad de Harvard asociado con The Energy Project demostró que cuando se alimentan correctamente las distintas necesidades energéticas de los trabajadores, se consiguen mejores resultados. En el estudio se encuestaron a veinte mil empleados de todo el mundo, y los que aseguraban haber sido correctamente estimulados en estas distintas áreas también eran los más productivos, comprometidos y satisfechos, no solo en su trabajo, si no en otros aspectos de sus vidas.
Los cuatro tipos de energía que nos gobiernan
En base a este informe de la Universidad de Harvard, vamos a ver a qué aspectos concretos va dirigida cada energía
- Energía física: es la que nos permite descansar y renovarnos a través del sueño, el descanso diurno, la aptitud física y la nutrición.
- Energía emocional: es la que nos permite sentirnos cuidados y valorados por sentimientos de disfrute, satisfacción y una sensación de seguridad y confianza.
- Energía mental: es la que nos permite sentirnos capacitados para establecer, imponer y conocer nuestros límites, la concentración y el aprendizaje.
- Energía espiritual: es la que nos permite descubrir un sentido de significado y propósito en la vida y en el trabajo.
Estas tres últimas están muy relacionadas entre sí y son las responsables directas de los llamados bloqueos energéticos. Reprimir nuestros deseos o emociones más profundas, ya sea en forma de orgullo o por el simple hecho de que no podemos, no queremos o no sabemos expresar o aceptar nuestros límites, puede llevar a frustrarnos y a bloquearnos, a veces sin darnos cuenta de ello. Y es en ese momento cuando nuestro campo energético queda bloqueado.
Somos energía que fluye, cambia y se transforma
"Hemos estado completamente equivocados. A lo que nosotros llamamos materia es energía cuya vibración ha sido reducida hasta ser perceptible para nuestros sentidos", decía Albert Einstein.
Con esta frase, el reconocido científico ya afirmaba que somos energía que fluye, cambia y se transforma con el tiempo, por lo que también se bloquea.
Los bloqueos energéticos son energías que a menudo están asociadas con nuestras emociones, nuestros pensamientos conscientes y subconscientes, la conciencia espiritual, etc., y que impiden que nuestra energía fluya libremente.
Esta desaceleración de las energías que fluye puede, con el tiempo, causar problemas emocionales, mentales y espirituales. Y es que, los bloqueos generalmente te impiden avanzar en la vida, porque pueden confundirte y disuadirte de pensar o sentir con claridad, y todo esto puede impedir tu crecimiento personal.
Estos tipos de obstrucciones pueden ser desde muy leves a llegar a tener un canal completamente inutilizado. En ese caso, deberemos encontrar cuál es en problema subyacente, es decir, su causa. En realidad, todos notamos cuando hay algo en nosotros que no fluye en nuestro cuerpo con normalidad. Por ejemplo, sentir una presión en la zona de la garganta o del pecho puede tener su causa en el hábito del tabaquismo.
Eleva tus vibraciones para desbloquear la energía estancada
Los bloqueos reducen nuestro flujo de energía vital, aunque sea de manera sutil o más intensa, y encontramos sus causas en distintas circunstancias.
La mejor forma de desbloquearnos consiste en elevar nuestras vibraciones
De entrada, todos deberíamos ser conscientes de qué cosas, compañías, situaciones u hábitos nos hacen sentir mal de una manera u otra. Se trata de energías que para nosotros son densas y negativas, y que, por tanto, nos restan vitalidad.
En cambio, en el momento en que nos alejamos de ellas y nos rodeamos de todo aquello que nos hace sentir en paz, nuestra vibración empieza a elevarse, deshaciendo así la sensación de nudo interior y de estancamiento.
¿Cómo desbloquear las energías de nuestro ser?
¿Qué podemos hacer para llenarnos y mantener unos buenos niveles de una energía sana y poder satisfacer mejor las demandas diarias del trabajo y la vida? Analizamos las tres energías menos tangibles que convergen entre sí.
