La lentitud es el estilo de vida del futuro, y para muchos ya del presente. Es una forma de vivir que transforma nuestra realidad en todos nuestros ámbitos y que logra situarnos en el momento presente, sin prisa, sin agobio, sin estrés, sin miedo: simplemente tú y el aquí y ahora, siendo uno.
La Slow Life implica detenerse, bajar el ritmo, observar las cosas cotidianas, ser conscientes del momento presente, disfrutar del silencio o desconectar de las redes sociales y las tecnologías en general. Darle al botón del off de una manera radical, para solo así, disfrutar de todo lo que la vida puede regalarnos si prestamos un poco de atención a sus detalles.
¿Qué necesito hacer para adoptar la lentitud como forma de vida?
En primer lugar, es necesario que te des cuenta del ritmo al que vas y decidas si este ritmo está alineado con la forma en la que quieres vivir. ¿Es coherente? ¿Es lo que buscas? O, por el contrario, no tiene nada que ver con lo que quisieras para ti y tu familia. ¿Qué opinas?
Una vez sepas si tu ritmo apoya el estilo de vida que quieres y tengas claro si necesitas o no un cambio, llega el momento de analizar cuáles son las áreas, o aspectos de ti misma o de tu rutina, que vas a trabajar y cómo necesitas hacerlo.
Consejos para empezar a practicar la Slow Life en el día a día
A continuación te dejamos algunos consejos para que te pases a la filosofía lenta de forma sencilla, desde formas en las que puedes aplicarla en tu hogar para hacer de él tu remanso de paz hasta fáciles ejercicios para practicar, así como errores que deberías evitar. ¡A por ello!