La respiración armónica que acompaña a todos los movimientos relaja la musculatura, pero a la vez frena los pensamientos en cascada que te preocupan y te distraen. También es una disciplina de fieles seguidores porque combina múltiples beneficios físicos y emocionales: a medida que haces mejor cada postura, tu cuerpo se tonifica, gana flexibilidad y consigue llegar donde no pensabas que fuera posible.
Con el yoga adviertes, a través del cuerpo, que es posible mantener la calma en la mayoría de situaciones, y que conseguir aquello que te propones no es tan difícil. Para que notes los beneficios del yoga y el estrés no te sobrepase, te animamos a probar estas tres posturas o asanas –su nombre en sánscrito–. Antes de practicarlas, recuerda siempre que debes controlar la respiración durante toda la práctica, inspirando y espirando por la nariz.
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Si te estás iniciando en la práctica de yoga, te aconsejamos estas 3 posturas sencillas que puedes hacer sin levantarte de la cama y que te ayudarán a afrontar el día con energía.