“Mejoraría mucho con un poco de natación”. La frase es habitual en las consultas del fisioterapeuta. En especial, ante casos de osteoporosis, artrosis o dolencias lumbares. También en embarazadas o en aquellas personas de vida sedentaria cuya débil musculatura es propensa a contracturarse por las malas posturas en el trabajo o por algún sobreesfuerzo.
Puede parecer un tópico lo de que “la natación es de los deportes más completos” pero es incuestionable. Por varias razones
La primera está en el agua: casi 900 veces más densa que el aire. Cualquier movimiento, por suave que sea, va a encontrar más resistencia que en tierra firme. Eso obliga a poner en funcionamiento prácticamente a todo el sistema locomotor. “Desde el cuello a los tobillos, todo se mueve y de forma simétrica”, explica el fisioterapeuta Arturo Brocate, del Centro de Osteopatía Valdemoro.