El control de algunas zonas del cuerpo ayudan a mejorar las relaciones sexuales. Por ejemplo, evitan la eyaculación precoz. Asimismo, gracias a las distintas posturas de yoga se adquiere mayor resistencia para poder mantenerse en una posición durante más tiempo. El yoga, además, también da mayor flexibilidad lo que ayuda si se quiere variar el repertorio de posiciones sexuales.
- Sapo: ¿Recuerdas cuando de pequeña abrías las piernas y tocabas el suelo con la cabeza? Esta postura aumenta el flujo sanguíneo en la zona de la ingle.
- Viparita Karani: Aumenta la circulación en la zona pélvica. Tienes que sentarte boca arriba. Levanta las piernas y mantenlas estiradas en posición vertical mientras mantienes el peso con las manos apoyadas en los riñones.
- Postura del niño: Ayuda a relajar la mente y el cuerpo. Colócate de rodillas y sentada sobre los talones. Ahora inclínate hacia delante para tocar el suelo con la frente mientras colocas las manos hacia atrás a la altura de los pies.
- Postura del puente: Te ayuda a fortalecer los músculos de la pelvis y puede aumentar la intensidad de los orgasmos. Túmbate sobre la espalda. Con las rodillas dobladas, levanta el culo hasta que los muslos se encuentre paralelos al suelo. Puedes ayudarte cogiendo los tobillos con las manos.
- Loto: Es una de las posturas más conocidas en yoga pero lo que no se sabe es que mejora las relaciones sexuales puesto que mejora la flexibilidad de la cadera y los muslos. Siéntate con las piernas cruzadas (una sobre la obra) y la espalda erguida.
- Postura del perro mirando hacia abajo: Para realizarla, acuéstate boca abajo, apoya las manos a los lados del pecho, separa los pies a la altura de las caderas y ahora levanta la cadera consiguiendo cuatro puntos de apoyo. Es una de las posturas más básicas de yoga y refuerza músculos de piernas, brazos, articulaciones y mejora la oxigenación.