Si hacer yoga no te resulta fácil porque requiere concentración, equilibrio y sentirte en armonía, hacer los ejercicios con una cerveza en la mano puede que todavía lo sea menos, ¿o no? Puede que te suene a alguna broma, pero nada más lejos de la realidad.
El beer yoga o yoga con cerveza es una realidad -de hecho, cada cierto tiempo se vuelve tendencia-, una técnica de meditación surgida por la combinación de esta práctica deportiva y la bebida por excelencia de los alemanes, país donde surge esta curiosa combinación.
¿Qué es el beer yoga?
Es un entrenamiento que ofrece el placer de beber cerveza en un ambiente agradable y de desconexión. Aunque requiere un alto nivel de conciencia, ya que se deben mantener diferentes posturas de yoga, aguantando el equilibrio y con una cerveza sobre la cabeza o en otras posiciones especiales. Seguro que ya os habéis imaginado cómo alguien derrama la suya a la persona que tiene al lado.

Para quienes se inician en el yoga es una forma muy divertida de aprender las posiciones y la filosofía del yoga, mientras disfruta del sabor de la cerveza. Sobre todo, es una experiencia diferente que si te gusta puede ayudarte a iniciarte en este deporte. Desde luego, es una gran opción para relajar el cuerpo y la mente.
El Bier Yoga, así se conoce en Alemania, lo crearon Jhula y Emily, dos instructoras de yoga y amantes de la cerveza que alcanzaron un sueño al unir dos de sus pasiones. Emprendieron un camino nuevo y ya han logrado que se expanda alrededor del mundo.
¿Cómo es una sesión de beer yoga?
En las sesiones de beer yoga se combina una actividad deportiva con una lúdica. Para empezar, se brinda y se empieza dando un traguito de cerveza. Existen muchas posibles variaciones en el yoga, una de las clásicas posiciones en este tipo de clases es colocar la cerveza sobre la cabeza. Asimismo, también se realizan saludos con cerveza y hasta movimientos que incluyen beber mientras te mantienes en equilibrio.
Con los pies en una esterilla, los participantes harán ejercicios sentados o de pie. Siempre siendo conscientes del presente para aguantar la postura sin caer o verter la cerveza al compañero que se tiene al lado. En total, se consumen una o dos cervezas durante una sesión de esta modalidad.

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Por eso, si quieres empezar y te gustaría hacerlo de forma recurrente, nuestra recomendación es que busques cervezas que no lleven alcohol. Una opción que nos parece muy oportuna es la nueva Moritz 0,0 por no incluir ni alcohol ni azúcar, pero con el mismo sabor original de la cerveza.
Su elaboración parte de fermentaciones completas en las que la levadura transforma todos los azúcares del mosto en alcohol, y este se elimina mediante una evaporación lenta a baja temperatura y baja presión. Y así consigue mantener todas sus propiedades y sabor intactos.
Como ves, hay muchos estilos de yoga disponibles, por lo que siempre puedes encontrar uno que se adapte a tus gustos y disfrutar de todos los beneficios para el cuerpo y la mente que ofrece esta disciplina. ¿Volverá el beer yoga a ser tendencia en el mundo del fitness como lo fue hace un par de años?