Puede que a simple vista te parezca un deporte duro, agresivo y que no va mucho contigo, o puede que pienses que sólo es apto para aquellos que tienen una buena preparación física. Sin embargo, lo cierto es que el fitboxing está pensado precisamente para que cualquiera de nosotras lo pueda practicar, sin importar la edad, el sexo o incluso, según el nivel de gravedad, ciertas patologías o lesiones. De hecho, se trata de un entrenamiento ideado para que se adapte a la persona y no al revés, y su nivel de intensidad se puede ajustarse fácilmente a las limitaciones de cada persona. Además, también nos permite ajustar la intensidad de nuestros movimientos, por lo que se puede considerar una disciplina deportiva muy flexible.
Pese a que para practicarlo no se requiere tener una condición física concreta ni experiencia previa, sí que es cierto que el fitboxing requiere un proceso inicial de aprendizaje y de adaptación para adquirir ciertas técnicas básicas de movimientos y combinaciones de golpeos, que nos ayudarán a que los entrenamientos sean más fluidos. Estas combinaciones se enseñan durante las primeras sesiones y, aunque al principio te puedan resultar raras y difíciles, en apenas 3 días es posible aprender la estructura de las sesiones, que se suelen repetir durante unas dos semanas.
Lo único que necesitas para volverte adicta a este divertido y eficaz entrenamiento son unos guantes de boxeo, vendas y muchas ganas de pasarlo bien. Su divertida fórmula consiste en coordinar golpes al saco al ritmo de la música durante unos 50 minutos en series de intervalos, por lo que es también una fantástica forma de entrenamiento HIIT (High Intensity Interval Training). Nacida en 2014 bajo la franquicia Brooklyn Fitboxing, esta disciplina ha despuntado rápidamente en el mundo del fitness ya que elimina el contacto físico. Tal y como explica Jesús Blanco, Master Trainer de Brooklyn Fitboxing, “todavía siguen existiendo prejuicios sobre las disciplinas con impacto, porque se piensa que son prácticas de hombres”. Sin embargo, y nada más lejos de la verdad, el fitboxing es un deporte practicado mayoritariamente por mujeres.
Un 70% de público femenino
En 2013, el español Pablo Nebrera, que practicaba boxeo asiduamente, se dio cuenta del gran potencial de este deporte de contacto, y decidió crear una nueva versión que suprime el contacto físico, añade música y un factor mucho más lúdico. Esto ha llevado a que muchas mujeres a las que podía intimidar la idea de lesionarse como consecuencia del contacto se lancen a probar esta nueva vertiente del boxeo.
A esto hay que sumar la efectividad del entrenamiento y el hecho de que se trabaje todo el cuerpo. El boxeo es un tipo de ejercicio físico de alta intensidad que define y tonifica, un objetivo que perseguimos muchas de nosotras. Las clases de fitboxing, además, incluyen movimientos que no forman parte del boxeo tradicional, como el trabajo de piernas, abdomen, glúteos, etc.
¿Cuántas calorías se pueden quemar en una sesión?
Las sesiones de fitboxing suelen durar unos 47 minutos y están especialmente diseñadas para activar el metabolismo. De este modo, se pueden llegar a quemar hasta mil calorías por sesión y, al tratarse de un ejercicio interválico, nuestro cuerpo sigue quemando hasta 48 horas después de haber realizado una clase gracias al conocido afterburn effect de los entrenamientos interválicos de alta intensidad.