"Para mantener una actividad cognitiva plena por más años es fundamental realizar ejercicio físico", así de claro se muestra el Dr. David Pérez, neurólogo y director de la Fundación del Cerebro, perteneciente a la Sociedad Española de Neurología. Andar 20 minutos por la mañana y otros 20 por la tarde no tan sólo es un buen aliado para practicar deporte de base a partir de los 45 años sino que además oxigena nuestra mente y la mantiene joven. El investigador David Le Breton corrobora estas ideas en su obra Elogio del caminar (Siruela), "el caminar es una apertura al mundo. Restituye en el hombre el feliz sentimiento de su existencia. Lo sumerge en una forma activa de meditación que requiere una sensorialidad plena".
En cifras
En una hora, un paseo ligero a una velocidad de unos 3,5 km/h nos puede ayudar a quemar 214 kcal. "Las personas que caminan 30 minutos al día engordan menos. Con los años vamos acumulando kilos, pero si se adopta una rutina semanal y se mantiene durante 10 años, evitamos ganar unos ocho kilos", apunta Roberto Elosúa, especialista en epidemiología cardiovascular en el Hospital del Mar de Barcelona. Para empezar a perder peso se ha de quemar grasa y para ello se debe caminar durante un mínimo de 30 o 40 minutos ininterrumpidos.
Todo son ventajas
Más allá de beneficios para nuestra mente y nuestra silueta, también respiramos mejor si caminamos: ayudamos a mejorar la elasticidad de los pulmones y la sangre se oxigena más. Además, potencia la capacidad ventilatoria y el hecho de padecer asma o fibrosis quística no son impedimentos para realizar esta actividad, si bien no debemos forzarnos. Además, caminar de manera regular incrementa la autoestima, si bien para disfrutar de todas estas ventajas debemos implementar la costumbre en nuestra rutina, lo que suele llevar unos seis meses de tiempo.
Sigue la experiencia sobre las ventajas de caminar en este artículo y cuenta mejor los pasos con este pulsómetro, a la venta en nuestra tienda online.
Camina y vencerás
Paso a paso, conseguimos grandes logros. A partir de los 45 años, esta actividad puede ayudarnos a combatir tanto los signos de la edad en nuestro cuerpo como el paso del tiempo en nuestra mente.
