Es posible que te haya tocado vivir esta situación: te apuntas por primera vez al gimnasio y te recomiendan que lo mejor para adelgazar es empezar haciendo mucho cardio, pero nadie te orienta más. Y te surge la eterna duda, ¿elijo la cinta de correr o la elíptica? ¿El resultado es el mismo?
A pesar de ser dos de las máquinas más utilizadas en los gimnasios -y en casa- para empezar a practicar deporte y quemar calorías rápidamente, ambas tienen ventajas y desventajas respecto a la otra. Sí, más allá de que te parezca que lo único que cambia es la forma de moverte.
Ventajas de la cinta de correr
Se trata, posiblemente, de la máquina más usada en los gimnasios y viviendas para ponerse en forma por sus múltiples beneficios. Una de sus principales características es su versatilidad, ya que su configuración permite hacer ejercicios más suaves así como de alta intensidad.
Además, el acto de correr resulta una actividad natural para el cuerpo humano que fortalece también las articulaciones, los tendones, los huesos y los músculos.
Se trata de una máquina muy sencilla de utilizar, de comprar e incluso de montar y guardar en casa si es necesario

Desventajas de la cinta de correr
A pesar de lo que hemos mencionado, para personas poco experimentadas o con problemas puede suponer una sobrecarga de las articulaciones. Eso sí, siempre será mejor que correr en tierra firme.
A veces, sobre todo cuando estás corriendo a velocidades muy altas, puedes tener sensación de inseguridad, de que vas a dar un paso en falso y vas a caerte, pero esto no suele pasar casi nunca, solo cuando estás distraido mirando a otras cosas.
Uno de los principales problemas es que al correr o, sobre todo si vas andando rápido, hay mucha tentación de apoyar las manos en los pasamanos o en los sensores de pulso, pero esto lo único que hace es modificar tu zancada y tu postura.
Ventajas de la bicicleta elíptica
Si hay un punto en el que la elíptica gane claramente a las cintas es en la salud de las articulaciones. Si tienes cualquier problema en tus articulaciones y buscas una máquina con la que sufran menos, la elíptica es la indicada.
A diferencia de en la otra máquina, con esta estás implicando constantemente los brazos en el ejercicio, ya que se mueven a la vez que las piernas y, por tanto, se está ejercitando todo el cuerpo.
También puede utilizarse hacia atrás, cosa que en la máquina de correr es mucho más complicado, y es que esa es otra de las ventajas que muchos consideran sobre la cinta: la comodidad y el poco esfuerzo que se necesita para hacer mover esta respecto a la otra.

Desventajas de la bicicleta elíptica
Precisamente ese menor esfuerzo que te decíamos que se necesitaba para hacer mover esta máquina hace que cuando empieza a usarse se vaya moviendo en muchas ocasiones por inercia, y esto puede causar una falsa sensación de estar haciendo ejercicio cuando en realidad no estás ejercitando mucho los músculos, ya que solo te estás dejando llevar.
Si en la cinta veíamos que una vez empezabas a correr podías modificar la velocidad, la inclinación, los programas y otros valores para ajustar tu entrenamiento de forma muy sencilla, en las bicicletas elípticas es algo más complicado y menos intuitivo.
¿Qué máquina quema más calorías, la cinta de correr o la bicicleta elíptica?
Como en la mayoría de las preguntas deportivas: depende. En la cinta se pueden quemar más calorías, ya que el cuerpo no lleva ningún impulso, se pueden alcanzar cantidades mayores y si se entrena con una frecuencia cardíaca constante, estaría algo por delante. Pero, desde luego, esto depende del ritmo al que entrenes, de la inclinación, de la fuerza en los brazos...
Conclusión: cinta de correr o bicicleta elíptica
En definitiva, elegir la cinta o la elíptica dependerá de tus necesidades y tus objetivos en tu entrenamiento. Si partes de un problema de articulaciones, deberías optar por la bicicleta, pero si cuentas con una buena salud y lo que buscas es perder peso cuanto antes, tal vez lo mejor sería la cinta porque te permite alternar entrenamientos de diferentes intensidades. Eso sí, siempre puedes combinarlas.
Y primero de todo, deberías plantearte en qué momento estás: ¿primero las pesas o el cardio? A pesar de que se suele recomendar primero empezar con el cardio para adelgazar y después el entrenamiento de fuerza para tonificar, no siempre es lo más adecuado.