Fuerza, equilibrio, coordinación y flexibilidad. Es difícil encontrar una disciplina deportiva tan completa como la danza vertical, una modalidad de baile en la que la coreografía se ejecuta sobre la fachada de un edificio o un escenario vertical, con los bailarines suspendidos en el aire, cogidos de arneses o cuerdas.
La danza vertical funde estos elementos deportivos sin olvidar además que su finalidad no es únicamente mejorar la condición física, sino también mejorar el funcionamiento del cuerpo físico y mental. La concentración que debe mantener el bailarín para alcanzar la meta, realizando acrobacias, ayuda a que la inversión de fuerza parezca menor.
Estar suspendido en el aire aporta a esta práctica, entendida como una fusión entre la danza contemporánea y la escalada, un atractivo extra. Es una forma de liberar el estrés y dejar tu mente en blanco mientras trabajas todos los músculos de tu cuerpo. Eso sí, es una práctica restringida a quienes no temen las alturas.
Danza vertical, la belleza del baile aéreo
La danza aérea se ha convertido en la práctica deportiva del momento, aupada por sus beneficios para la salud. No sólo ayuda a tonificar la figura, sino que también trabaja la psicomotricidad y el equilibrio.
