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¿Deporte con la regla? ¡Que nada te lo impida!

Muchas veces la regla nos altera, ¿verdad? De repente, nos puede apetecer algo como sentir pereza por hacerlo. ¿Por qué sucede así y cuáles son las causas?

regla deporte mujer
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No estamos desquiciadas. Ni somos blandas. El ciclo menstrual provoca alteraciones reales en el organismo femenino, tanto a nivel fisiológico como emocional. Hinchazón, bajadas en los niveles de hierro o diferente tolerancia a la fatiga muscular, son algunos de los escollos con los que se encuentran cada mes las mujeres deportistas. Para que luego digan que no somos unas campeonas.

¿Por qué hay días en los que te sientes la reina del gimnasio, diosa del spinning y campeona de crossfit, y otros en los que la idea de coger la bolsa de deporte se te hace cuesta arriba? Muy simple: si estás en edad fértil, tu cuerpo varía diariamente según la parte del ciclo menstrual en la que te encuentres. Esos cambios hormonales alteran el funcionamiento cotidiano de tu cuerpo, haciéndote sentir más fuerte, más cansada, hinchada, dolorida o pletórica. Y la actividad física también se ve afectada por ese baile hormonal de cada mes.

La ciencia se ata a los cordones

Pese a la incorporación masiva de la mujer al deporte de alto nivel, apenas hay estudios concluyentes sobre cómo afecta la menstruación al rendimiento deportivo femenino. Y este es el hueco que pretende llenar IronFemme, un proyecto de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con el Consejo Superior de Deportes y la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD).

Dirigido por Ana B. Peinado Lozano y Rocío Cupeiro Coto, ambas doctoras en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, cuenta con una muestra de 75 voluntarias, deportistas a un nivel medio-alto tanto en resistencia como en fuerza. A través de diversas analítica, se busca ampliar el conocimiento sobre las respuestas de la mujer al ejercicio físico, de cara a diseñar programas de entrenamiento adecuados a un organismo que fluctúa cada 28 días.

El hierro, a examen

Los humanos necesitamos hierro para fabricar la hemoglobina que transporta oxígeno a las células. Y más los deportistas, ya que su consumo de oxígeno es mayor. Además, si hay impacto, por ejemplo, al correr, se destruyen glóbulos rojos (los portadores de la hemoglobina y del oxígeno). Esto implica una pérdida de la capacidad de transporte de oxígeno a las células. De ahí que algunos deportistas puedan desarrollar anemia.

En el caso de la menstruación, la pérdida de sangre agrava este cuadro clínico y hace a las mujeres deportistas más proclives a padecer anemia. “En IronFemme desarrollamos dos líneas de trabajo. La primera es valorar si el metabolismo del hierro, tras una sesión de ejercicio aeróbico, varía en función de los niveles hormonales de la deportista”, explica Nuria Romero, doctoranda en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte-INEF en la UPM y miembro de IronFemme.

“Hasta ahora cuando una mujer se siente cansada, o las analíticas evidencian niveles bajos de hemoglobina, el médico pauta suplementos de hierro para consumo diario. Pero, ¿y si ese bajón se debe a que es deportista y la muestra se extrajo en un determinado momento del ciclo? ¿Hay otros momentos en los que no es necesaria tal suplementación? O, si lo es, ¿a qué dosis?”, añade Romero.

Agujetas y otros males

Al hacer ejercicio a un nivel de fuerza intenso se producen las temidas agujetas. Pero no es alarmante. Es el proceso natural de funcionamiento del sistema locomotor y existen mecanismos internos de reparación que permiten que volvamos a estar a punto en poco tiempo. “Tenemos una segunda línea de trabajo que estudia si esa fatiga y la recuperación tras un entrenamiento de fuerza intenso difieren según los niveles hormonales de la mujer deportista. Medimos algunos marcadores sanguíneos de daño muscular, como la mioglobina o la creatina quinasa. También la flexibilidad, el rango de movimiento…”, comenta la experta de IronFemme.

El punto de partida es la creencia de que los estrógenos tienen un papel protector de las articulaciones. “Los niveles de esta hormona femenina alcanzan su nivel más alto en los días previos a la ovulación. Así que hasta la fecha se creía que en esos días el rendimiento muscular sería mayor porque la recuperación debería ser más rápida. De hecho, en la fase folicular (las dos semanas posteriores a la regla) nos deshinchamos y tendemos a sentirnos pletóricas. De ahí que muchos entrenadores de atletas profesionales suelan situar los ejercicios con mayor carga o las sesiones más intensas en estos días”, comenta Romero.

Sin embargo, en las mujeres que han estudiado hasta la fecha los resultados no son tan contundentes. “Sí es cierto que en la fase lútea (cuando los estrógenos empiezan a bajar y sube la progesterona) ellas tienen la percepción de que van a rendir menos. Incluso, cuando les baja el período y hay dolor o se sienten más incómodas, sienten que no van a rendir igual. Algunas grandes deportistas así lo han señalado en numerosas ocasiones. Pero los resultados que estamos viendo no ratifican del todo esa hipótesis”, explica.

Aviso a entrenadores

Una cosa es entrenar por un objetivo concreto y vital y otra hacerlo por diversión. En el primer caso, la necesidad se impone. Aun así, los entrenadores suelen llevar la cuenta de los períodos de sus pupilas para situar las rutinas más o menos duras según su momento menstrual. A nivel popular, las mujeres heredamos planes de entrenamiento configurados para hombres. No se contempla que un día estés tan agotada que no te apetezca ni levantarte del sillón. Así que las emociones también cuentan.

“Todas las mujeres sufren subidas y bajadas de estrógenos, progesterona y testosterona, pero no afectan a todas por igual. Es más, una misma mujer, a lo largo de todos los ciclos de su vida fértil, puede tener meses muy tranquilos y meses complicados. Entender esto es duro para muchos hombres y para las mujeres con ciclos sin sobresaltos”, relata el ginecólogo Carlos Cerdán Darder, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirón de Palmaplanas de Palma de Mallorca.

No generalizar y ponerse en el lugar de la mujer es un buen primer paso para avanzar en el deporte. “Algo tan simple como la hinchazón premenstrual puede retraer a algunas mujeres de ir al gimnasio en esos días. Un consejo práctico puede ser tener alguna prenda más holgada para esos días”, apunta Anna Vázquez, directora deportiva del gimnasio Arsenal Femenino Amigó. La moda en fitness juega a nuestro favor. Muchas camisetas para baile se diseñan precisamente para ir holgadas. Si es tu caso, súmate a la tendencia para camuflar esa barriguita premenstrual.

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