La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha hecho que nos demos cuenta de dos importantes factores: el primero, que es más importante que nunca cuidar el planeta a nivel global. Hemos visto que, cuando hemos pausado nuestras ajetreadas rutinas basadas en el consumismo y que conllevan tanta contaminación, el medioambiente nos lo ha agradecido: menos polución en las ciudades, aguas más limpias y países más saludables. A su vez, hemos empezado a valorar nuestras salidas a los bosques, a los parques y, en definitiva, el contacto con la naturaleza.
Y el segundo factor, por otro lado, es que nos hemos dado cuenta de la importancia del ejercicio físico para promover la salud tanto física como mental. Durante el confinamiento tuvimos que adaptar nuestros entrenamientos a lo que teníamos en casa, descubriendo nuevos métodos más creativos y, sobre todo, ecológicos. Y una vez levantadas la mayoría de las restricciones, ¿qué mejor que salir a practicar ejercicio al aire libre, conectados 100% con el medio que nos rodea?
Ciudades más ecológicas
La mayoría de ciudades tienen una gran oferta de actividades ecológicas al aire libre, desde rutas en bicicleta hasta senderos para caminar, pasando por gimnasios con el mejor equipo de bajas emisiones y un largo etcétera. En este sentido, un estudio de Reebok ha revelado las mejores ciudades para aquellos que desean ponerse en forma al aire libre.
Andar, correr, ir en bicicleta… Son cada vez más los adeptos de todo tipo de disciplinas que nos ayudan a mantenernos en forma, y todo parece indicar que, una vez terminada la crisis sanitaria, seguiremos prestando tanta importancia al ejercicio.
¿Lo mejor? Sea donde sea que entrenes: en casa, en el aire libre o en el gimnasio, puedes adaptar tus ejercicios para que sean más respetuosos con el medioambiente y reduzcas tu huella ecológica. Estos son algunos consejos para lograrlo: