Si sientes que al intentar batir tus marcas y arrancarle unos segundos al tiempo que hiciste la última vez que saliste a correr te genera más malestar que motivación, quizás es porque tú, al igual que los propulsores de esta nueva tendencia, también necesitas un cambio de mentalidad. Y es que, aunque a muchos les pueda parecer difícil, el hecho de correr por diversión, sin competiciones, ritmos de carrera, marcas, tiempos ni kilómetros puede ser mucho más beneficioso y motivador de lo que nos imaginamos.
Esta es la idea detrás del ‘Free Running’, una nueva tendencia que busca nuevas motivaciones en uno de los deportes más antiguos que existen, y que para muchos pueden ser más gratificante y menos frustrante que la versión competitiva del running. Pequeños placeres como disfrutar de la naturaleza, cuidar de nuestra salud o concentrarnos en nuestro desplazamiento puede crear una forma de estimulación neuronal que contribuye a mejorar nuestras capacidades mentales.
De hecho, el mero propósito de disfrutar de la vida de una forma plena y mejorar nuestra salud tanto a nivel físico como psíquico debería ser una motivación suficiente para realizar cualquier actividad, si consideramos que, al hacerlo, estamos invirtiendo en una vida potencialmente más larga y, lo que es más importante, con mayor calidad.
Es cierto que el verdadero placer de disfrutar corriendo tan sólo llega después de una fase de entrenamiento previo, en la que habituamos al cuerpo a la falta de oxígeno que conlleva y al esfuerzo aeróbico que requiere. Pese a ello, una vez hayamos superado este periodo, correr largos recorridos puede resultar una actividad de lo más placentera, y el alcanzar lugares nuevos que tengan un especial atractivo para nosotros puede suponer todo el estímulo que necesitamos.
La libertad de correr… Por correr
No hay que confundir el ‘Free Running’ con el muy parecido, aunque no tan accesible para todos los públicos, free running. Este último hace referencia a una variante del conocido parkour que nació a finales de los 80 en Francia, basado en un modo de desplazamiento urbano que consiste en moverse por cualquier entorno de la forma más eficiente y rápida posible, sorteando todo tipo de obstáculos y realizando acrobacias que en muchas ocasiones superan con creces los límites de la temeridad.
Muy lejos de eso, y aunque si quieres dar brincos y hacer acrobacias eres más que bienvenida, el ‘Free Running’ consiste sencillamente en correr por diversión y disfrutar con el mero hecho de hacerlo. Quizás te sorprenda saber que algo tan sencillo como eso, como correr libremente por la naturaleza, supone un desafío motriz importante: la dinámica imprevisible que implica el desplazarse por un terreno desconocido e irregular requiere un trabajo mental considerable, algo que produce, a su vez, una fuerte estimulación neuronal.
‘Mens sana in corpore sano’
Los grandes beneficios físicos que comporta el running son ya ampliamente conocidos y respaldados por el mundo científico, pero recientemente han surgido una gran cantidad de estudios relacionados con el beneficio de actividades físicas menos complejas que el running en la mejora de nuestras capacidades mentales.
La estimulación que se obtiene con el ‘Free running’ activa la plasticidad neuronal, lo que puede ayudar a que se produzcan nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro y, de este modo, mejorar nuestras capacidades cognitivas. Por otro lado, realizar actividades aeróbicas como el running produce también un efecto de neurogénesis (creación de nuevas neuronas) que hasta hace un tiempo se desconocía.
El movimiento conlleva procesos cognitivos complejos, como la percepción espacio temporal, sensorial, atención, concentración, análisis de información, toma de decisiones, etc. A su vez, la liberación de tener que estar concentrados en un tiempo específico u otras limitaciones puede promover también nuestra creatividad. Si a todo esto se le suman los estímulos de realizar esta actividad en la naturaleza y las endorfinas que se generan al haber llegado a un nuevo lugar por nuestros propios medios, los beneficios se triplican.
Así que la próxima vez que salgas a hacer running, deja en casa el crono, olvídate del GPS, y simplemente, ¡corre!