Trombosis, cerebrales, embolias, apoplejías... El ictus se produce como consecuencia de la interrupción repentina del flujo sanguíneo en el cerebro, lo que conlleva a una destrucción de las neuronas afectadas. Es la tercera causa de muerte, por detrás del cáncer y las enfermedades del corazón y muchos d ellos que sobreviven lo hace con importantes secuelas.
Reconocer los síntomas del ictus y no retrasar la atención médica es clave para evitar el mayor daño posible. Los síntomas varían, dependiendo de la zona del cerebro en la que produce el daño:
? Debilidad o parálisis de una parte del cuerpo.
? Dificultad en el habla o en el entendimiento.
? Pérdida de visión, parcial o total.
? Falta de equilibrio, descordinación de movimientos o vértigos.
? Dolor de cabeza muy intenso, repentino y sin causa aparente.
Normalmente, los síntomas aparecen bruscamente y duran unos minutos. Es el conocido "accidente isquémico transitorio" que constituye un severo aviso de que algo grave puede estar pasando.
¿Y cómo actuar ante estos síntomas? Lo mejor es acudir al hospital rápidamente o llamar al 112 y especificar lo que le está pasando al paciente. Intentar calmar al posible enfermo, aflojarle la ropa y dejarle espacio para que respire bien es lo mejor que puedes hacer mientras llega la asistencia.
Ictus: reaccionar a tiempo es la clave
El día 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus. Conocer sus síntomas y saber reaccionar a tiempo es la mejor forma de combatirlo.
