Que el yoga es una de las prácticas que más ayudan a mantener el control de nuestra respiración y el equilibrio cuerpo-mente es algo ampliamente conocido. Cada vez son más las personas que se suman al universo yogui al ver los grandes beneficios que este ejercicio aporta a un nivel físico, mental, emocional y espiritual. Pero ¿qué hay de los más pequeños? ¿Sabías que existen posturas adaptadas a los niños?
Pues sí, como lo lees. El yoga es una actividad recomendada para todos los niños y niñas. El hecho de ser una práctica basada en el equilibrio y la armonía puede ayudar a que los más pequeños comiencen desde bien pronto a disfrutar de una vida saludable, adaptándose a la perfección al namasté propio de la cultura hindú, así como al buen control de su gestión emocional.
Lo más interesante es la cantidad de beneficios que el yoga tiene en los más jóvenes al ayudarles a canalizar su energía y reafirmar su autoestima. En el caso de aquellos niños activos y nerviosos, con el yoga aprenderán a relajarse y concentrarse más, mientras que también fomentará que los más vergonzosos pierdan su miedo ante los demás.
¿Cómo hacemos interesante esta práctica tan tranquila para unos niños acostumbrados a moverse de arriba a bajo y sin parar? De entrada, es importante pensar como ellos. Mantener ese espíritu infantil y creativo. En esa línea trabaja el canal de Youtube Smile an Learn, en el que encontramos posturas de yoga con animales para niños con un grandísimo éxito. Con este yoga educativo, los más pequeños podrán aprender a relajarse de forma diferente.
¿Te gustaría ser tan ágil y flexible como los animales? Aprende la postura del gato, del perro y de la cobra, al mismo tiempo que fortaleces la espalda, los brazos y el abdomen. Puedes realizar las posturas tranquilamente en casa o en el colegio.
Con estas posturas como la del perro boca abajo, el cangrejo o la estrella de mar los niños aprenderán a relajarse y conocerán diferentes posturas de yoga, mientras se divierten. ¿Te apetece probarlo?
Te mostramos ahora las posturas más destacadas y cómo hacerlas para el público infantil. Inspira, respira y recuerda... ¡námaste! ¿Escuchas ya cómo se relaja tu cuerpo?
La postura del gato
Os presentamos al gato zen, ágil y despierto. Practicar esta postura tiene beneficios para tu espalda y te ayuda a corregir las malas posturas. Además fortaleces brazos y abdomen. Sigue estos pasos:
- Pon las manos y las rodillas en el suelo. Las muñecas debajo de los hombros.
- Respirar profundamente por la nariz y al soltar el aire por la boca redondearás la espalda llevando la barbilla al pecho.
- Al mismo tiempo presionarás con las manos en el suelo, los brazos tendrán que estar estirados.
- Mantener esta postura durante 10 segundos.
- Descansaremos volviendo a la postura inicial y la haremos 5 veces.
- Perfecto, ¡námaste!
La postura del perro bocabajo
Este es el perro yogui. Ideal para mejorar tu elasticidad y fortalecer la espalda, los hombro y el abdomen. Practícalo con estas sencillas indicaciones:
- Pon las manos y las rodillas en el suelo.
- Las muñecas tienen que estar en línea con los hombros.
- Tendrás que respirar profundamente por la nariz y al soltar el aire por la boca levantarás las rodillas de suelo y estirarás las piernas a la que vez que los brazos.
- Tendrás que empujar con fuerza el suelo, relajar la cabeza y mirar a tus pies.
- Te quedarás 10 segundos y volverás a la posición inicial.
- Repetiremos esta postura 5 veces.
La cobra namasté
Este ejercicio dará más movilidad a la columna vertebral y te ayudará a fortalecer la espalda baja. Además, permite relajar las cervicales. ¿Quieres aprender?
- Nos tumbaremos sobre la tripa con la frente en el suelo.
- Pondremos las manos a los lados de los hombros.
- Tomando aire presionaremos con las manos en el suelo y levantaremos la cabeza y el pecho a la vez.
- Soltaremos el aire por la boca entre los dientes escuchando el sonido de la cobra… "shhhh".
- Después volveremos a la postura inicial.
- Mantendremos la postura de la cobra durante 10 segundos y la haremos 5 veces.
La postura de la tortuga
Llegó el turno de la tortuga y con ella todos los beneficios que reporta practicar sus posturas. Aprende a hacer sus movimientos:
- Sentaros en el suelo con la espalda recta.
- Doblamos las rodillas y juntamos los pies-
- Con una exhalación nos echamos hacia delante un poquito para poder llevar el brazo derecho por debajo de la rodilla derecha y el brazo izquierdo por debajo de la rodilla izquierda.
- ¿Notáis cómo se os curva la espalda como el caparazón de la tortuga?
- Intentad mantenerla durante al menos 1 minuto.
La postura del cangrejo
¡Empiezan los sonidos marinos! Aprende a ser un cangrejo con estas posturas de yoga:
- Sentados en el suelo, doblamos las rodillas para tener los pies bien enraizados.
- Llevamos las manos al lado de las caderas con las palmas de las manos en el suelo.
- Con una inhalación empujamos fuerte los pies y las manos para subir el cuerpo hasta arriba haciendo la forma de una caja.
- Miramos hacia el cielo y después de mantener la postura 5 segundos probad a hacer unos pasos de cangrejo como los que yo hago: hacia delante y hacia detrás.
- Con una exhalación volvemos a bajar para sentarnos otra vez.
- Descansad y repetir al menos 5 veces.
- ¡Cómo mola la postura del cangrejo!
La postura del tiburón
Ya está aquí el tiburón con su fuerza y sus aletas. Estos son los pasos que deberás seguir para ejercitar tu musculatura:
- Nos tumbamos boca abajo con los brazos estirados a los lados de nuestro cuerpo y las palmas de las manos hacia arriba.
- Mirando hacia delante inhalamos y levantamos la cabeza, los hombros e incluso las costillas de suelo.
- Estiramos los brazos hacia detrás y vemos si podemos entrelazar los dedos para hacer nuestra aleta de tiburón.
- Nos mantenemos ahí 5 segundos.
- Soltamos las manos y volvemos a bajarnos al suelo.
- Repetimos al menos 5 veces.
La postura de la estrella de mar
Por último, la estrella de mar. Un ejercicio centrado en la respiración con el que los más pequeños sentirán sus inhalaciones y exhalaciones.
- Nos tumbamos esta vez boca arriba estirando las piernas y llevando los brazos por encima de la cabeza.
- Separamos los pies y las manos todo lo que podamos para hacer la forma de la estrella de mar.
- Cerramos los ojos un momento e intentamos quedarnos quietos sin hacer ningún ruido para ver si logramos escuchar el sonido de las olas. ¿Las escucháis?
- Ahora las piernas se quedan donde están y llevamos las manos a la tripa.
- Vamos a enfocarnos un momento en nuestra respiración.
- Con una inhalación vemos como la tripa se va llenando de aire y nuestras manos van subiendo hacia arriba separándose un poco.
- Con una exhalación vemos como la tripa se va vaciando de aire y cómo nuestras manos vuelven a su posición inicial.
- Repetimos las inhalaciones y exhalaciones un par de veces más.
- Cuando terminemos volvemos a estirarnos y podemos sacudir las piernas y los brazos para despediros… ¡Hasta luego!