Algo tan sencillo como dejar de apretar el botón del ascensor y optar por las escaleras puede convertirse en un entrenamiento personal y diario muy útil. Este simple ejercicio aeróbico se dirige a los principales grupos de músculos en todo el cuerpo, especialmente al tren inferior ayudando a fortalecer las piernas, los cuádriceps, los glúteos y las pantorrillas.
Subir escaleras, que también influye de forma positiva e indirecta en la parte superior, es al mismo tiempo muy beneficioso para mejorar la salud del corazón e impulsar el metabolismo y la capacidad de resistencia. Durante el proceso, mejora nuestra aptitud cardiorespiratoria, la capacidad pulmonar y el control del peso mediante la disminución del porcentaje de grasa corporal.
Algunos expertos aseguran que es difícil encontrar un mejor entrenamiento que el hecho de subir escaleras debido a su capacidad para combinar el entrenamiento de intervalo con un entrenamiento de potencia. Eso sí, al principio se recomienda no añadir peso a las piernas y hay que tener muy en cuenta que el descenso puede generar una fricción en las rodillas que puede llegar a ser un problema.
Pierde peso sin llamar al ascensor
Subir y bajar las escaleras de forma rutinaria se convierte en un sencillo entrenamiento que ayuda a obtener resultados rápidamente.

Sube escaleras