Las Kettlebell o pesas rusas son herramientas de entrenamiento muy dinámicas debido a su diseño. Gracias a su agarre, permiten una sencilla manipulación que nos ayuda a poder entrenar más músculos y de más maneras que con las típicas mancuernas.
Concretamente, son un tipo de mancuerna con un agarre que rodea la bola que concentra el peso, y que permite agarrar y levantar la carga de una manera mucho más cómoda, pues todo el empuje y la fuerza se concentrará en el punto central de la mancuerna. Así, gracias a su agarre, podremos realizar ejercicios y movimientos totalmente distintos a los que haríamos con pesas tradicionales.
Asimismo, este tipo de pesas nos ayudan a mejorar movimientos, coordinación y el equilibrio total de nuestro cuerpo.
Además, su tamaño y el poco espacio que ocupan hacen que sean perfectas para convertirse en nuestras compañeras de entrenamiento en casa, algo que viene especialmente bien ahora, con muchos gimnasios cerrados por la pandemia del coronavirus.
Contras del uso de las kettlebell
Sin embargo, también existen algunos contras en el uso de este tipo de pesas. Y es que, como el resto de elementos de gimnasio, hay que aprender a usarlas correctamente para no lesionarse y para lograr los resultados que buscamos.
Asimismo, la falta de experiencia al usar las kettlebell puede hacer que sobrecarguemos determinadas partes de nuestro cuerpo, o que caigamos en la monotonía al no conocer bien las diferentes técnicas que se pueden usar con esta pesa.
Aun así, son muchísimos más los beneficios del uso de este tipo de pesas: todos podemos beneficiarnos de ellas, desde aquellos que empiezan a hacer ejercicio hasta los más profesionales y deportistas de élite. ¿Los repasamos?
