Bailar es un impulso universal y primario. Los niños son capaces de moverse por instinto siguiendo un ritmo antes que aprender a hablar. El ritmo de una canción puede transformar nuestro estado de ánimo de un extremo a otro y bailar a su son nos desahoga de la rabia, la tristeza y el estrés o nos hace seguir con la frenética energía de la felicidad. Así pues, para mejorar el bienestar sólo debemos poner una canción y dejarnos llevar. La danza hará el resto.
Bailar logra poner en contacto nuestras emociones y nos permite expresarlas. También nos ayuda a liberarnos de la vergüenza, a obtener fuerza expresiva y a conectar cuerpo y mente. Con el baile, a un nivel emocional, logramos sacar aquellas emociones que nos perturban, y el hacerlo nos ayuda a sentirnos mejor, nos relaja, tranquiliza y aquieta. Nos centra la mente.
Si esto no es suficiente, las terapias de danza grupales nos ayudarán a mejorar nuestra capacidad de relacionarnos, la confianza en los demás, y mejorarán los vínculos con las personas. Algo tan simple como danzar nos puede ayudar a llevar un estilo de vida más equilibrado, ya que la felicidad y el desahogo de las emociones que provoca bailar ayudará al bienestar diario aumentando la sensación de felicidad.
Practica la danza para sentirte libre
La danza te hace libre. Libre de preocupaciones, de ataduras, de vergüenza? La coordinación rítmica de los movimientos corporales produce un sentimiento de felicidad.
