En la fisiología humana existen dos formas de respiración: la torácica y la abdominal. Normalmente ambas conviven, ya que la respiración no se debe forzar ni contener, pero las prisas, ajetreos y sobrecargas dan lugar a perturbaciones del ritmo. Cuando el cuerpo o la mente se ven sometidos a una sobrecarga prolongada, la respiración se vuelve poco profunda e irregular.
Pararse un momento para realizar la respiración abdominal es una buena idea para devolver a nuestro cuerpo el equilibrio. Este tipo de respiración involucra el uso del diafragma, el músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Al ejercer presión hacia abajo, el abdomen se expande y entra aire en los pulmones. De la misma manera, al salir el aire, el diafragma se relaja y el abdomen se contrae.
La respiración abdominal es útil para controlar la ansiedad y se recomienda con frecuencia como una técnica de relajación. Además, aporta muchos beneficios ya que lleva una gran cantidad de aire a los pulmones y promueve la oxigenación de la sangre. Con el movimiento constante del diafragma, los órganos abdominales reciben un buen masaje y se descongestiona el hígado.
En los casos en que sentimos un nudo en el estómago también nos puede ser útil realizar esta respiración, ya que actúa sobre el plexo solar liberando la ansiedad. Al ejecutarla veremos también una mejora en el tránsito intestinal y en la circulación, ya que estimula el movimiento del corazón. De este modo, la respiración abdominal se conforma como todo un magnífico relajante del cuerpo y la mente.
Lo mejor para estos ejercicios de respiración es ponerse cómodo tendido de espaldas en la cama o en una manta en el suelo. Intente estar muy relajado. En la práctica podrá hacerla en cualquier situación o lugar. Ponga música relajante, cierre los ojos y piense en la naturaleza: el mar, los bosques, los lagos?
Conviene practicar hasta que nuestro cuerpo se acostumbre dados los beneficios que lleva consigo. Es ante todo un magnífico relajante del cuerpo y la mente porque acelera la circulación venosa, produce masaje continuo a los órganos abdominales y contribuye a dotar a la respiración de amplitud, relajación y ritmo.
Practica la respiración abdominal en busca de la relajación
Acostumbra a tu cuerpo a que el diafragma sea el protagonista de tu respiración. Este ejercicio te aportará un sinfín de beneficios que te harán sentir mejor tanto a nivel corporal como mental.
