Realizar ejercicio físico de manera regular y constante es uno de los pilares para disfrutar de una buena salud y un cuerpo perfecto y, además, es un hábito de vida de lo más saludable. Ya sea para correr, ir en bicicleta, nadar, montar a caballo, patinar o practicar algún deporte en grupo como fútbol, tenis, pádel o baloncesto se recomienda controlar la frecuencia cardíaca a menudo para evitar cualquier problema y poder controlar la reacción del cuerpo ante el ejercicio físico.
Un pulsómetro es un aparato electrónico que mide las pulsaciones cardíacas en tiempo real de la persona que lo lleva. La tecnología ha hecho que actualmente existan modelos que incluyen GPS, lo que permite realizar incluso un seguimiento milimétrico de todos los entrenamientos, saber las rutas elegidas, el tiempo empleado y otras muchas ventajas.
Este pequeño aparato permite medir el ritmo y el equilibrio de cada entrenamiento y también sirve para prevenir un sobre-entrenamiento o un infra-entrenamiento, es decir, permite controlar que el ejercicio realizado es el adecuado para nuestra forma física. Como punto de referencia, la frecuencia cardíaca máxima suele calcularse restando la edad de cada individuo a 220 en el caso de los hombres y 226 en el caso de las mujeres.
Pulsómetros que cuidan y acompañan
Controlar la frecuencia cardíaca durante el entrenamiento es importante para saber la intensidad del ejercicio físico y evitar un trabajo excesivo o demasiado escaso.
