Lo que hagamos –o no hagamos– nada más despertar van a marcar el devenir del resto de nuestra jornada. De modo que si quieres asegurarte un día pleno de bienestar deberías apostar por convertirte en toda una morningophile y –siempre antes de las 8am– dedicar unos minutos a escribir, meditar o hacer ejercicio –ya sea una caminata, una clase de spinning una rutina de yoga–. Si esta última opción es la que más te convence, muy atenta a la que nos propone el co-fundador de YogaOne, Jordi Canela. La podrás hacer sin salir de casa y necesitarás solo 20 minutos de tu tiempo. Más asequible imposible.
- Empieza con dos o tres minutos sentado con las piernas cruzadas y los ojos cerrados y llevando toda tu atención a la respiración, verás como tu mente se va calmando y te vas preparando para practicar.
- Realiza después algunos movimientos para calentar un poco el cuerpo, cualquier movimiento que sientas que te ayuda a estirar esas zonas más tensas (por ejemplo la secuencia gato-vaca)
3.Empieza la practica con saludos al sol, dos vueltas completas como mínimo para estimular todas las partes del cuerpo. El saludo al sol potencia la buena salud, la energía física, mental y espiritual. Es una meditación a través de la respiración y el movimiento corporal que tonifica y estira los músculos del cuerpo, que aporta flexibilidad en las articulaciones, favorece el riego sanguíneo y tonifica los órganos internos.
4. Realiza después dos o tres posturas de pie: la postura del triángulo, nos ayuda a aliviar los dolores de espalda, aporta flexibilidad en la columna y fortalece las piernas.
5. Seguidamente la postura de la lanza, para fortalecer y estirar las piernas, que las caderas adquieran simetría, que el pecho se abra y la columna se estire en ambas direcciones.
6. Seguidamente una postura de equilibrio, la postura del árbol, ideal para fortalecer las piernas y mejorar el sentido del equilibrio. Alivia la rigidez de los hombros y abre el pecho.
7. Posturas para abrir las caderas, la media paloma que, fortalece los músculos de la parte inferior de la espalda, glúteos, isquiotibiales y gemelos. Flexibiliza la cadera, piernas, rodillas y pectorales.
8. Para abrir el pecho, realizaremos la postura del camello, estirando toda la parte frontal del cuerpo, los tobillos, muslos e ingles.
9. Trabaja un poco el centro (el abdominal) con la postura de navassana o con la plancha, posturas energizantes que te permitirán fortalecer el abdomen y espalda.
10. Para ir terminando, empezamos a bajar el ritmo con extensiones hacia delante: paschimottanasa o Janu Sirsasana, posturas para trabajar el estiramiento posterior del cuerpo de cabeza a pie. Tonifica los órganos de la digestión, regula los intestinos y combate el estreñimiento. Revitaliza el sistema nervioso, moviliza las articulaciones y ayuda a aliviar el estrés.
11. Vamos acabando con la postura sobre los hombros, para mantener el cuerpo joven. La sangre de las piernas va hacia el corazón y la cabeza. Calma la mente, combate el insomnio y los dolores de cabeza, además de fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen.
11. Una torsión suave en el suelo, para ganar en flexibilidad y fortalecer la columna vertebral. Ejerce masaje sobre los órganos de la cavidad abdominal. Mejora el riego sanguíneo, regula la función renal y mejora los dolores de espalda.
12. Finaliza con otros dos o tres minutos tumbado en el suelo para acabar y dejar que tu cuerpo y tu mente integren todos los beneficios de la práctica.