Las asanas, en yoga, hacen referencia a las distintas posturas, cada una con una función y un fin diferentes. Pueden ser básicas, intermedias y avanzadas, pero todas buscan el equilibrio y la armonía de nuestro cuerpo y mente. Hoy nos centraremos en tres movimientos sencillos que puedes realizar en cualquier momento y lugar.
- Tadasana o postura de la montaña: colócate de pie y con los pies juntos. Distribuye bien tu peso sobre la base de tu cuerpo, contrae los muslos y gíralos hacia el interior. Mantén la espalda recta, levanta el pubis y el esternón, alargando tu cuerpo hacia arriba pero manteniéndolo alineado. Los hombros deben estar hacia atrás, los brazos a los lados y la mirada al frente. Te ayudará a perfeccionar tu postura y aliviará dolores de espalda.
- Balasana o postura del niño: con los pies juntos, siéntate sobre tus talones y separa las rodillas para que estén alineadas con tus caderas. Baja el torso hasta que quede entre tus muslos. Coloca tus manos abiertas y con las palmas en el suelo a la altura de tus pies. Esta es una postura de reposo que te aportará calma y ayudará a eliminar el estrés y aliviar el dolor de espalda.
- Bhujangasana o postura de la cobra: túmbate bocabajo con las piernas estiradas y unidas. Pon tus manos en el suelo a la altura de los hombros y con los codos cerca del cuerpo. Poco a poco estira los brazos y levanta el pecho y el estómago, a la vez que mantienes tus piernas firmes y tu mirada hacia arriba. Esta postura tiene muchos beneficios y es recomendable para personas que padecen estrés, asma o depresión leve