El yoga está viviendo en occidente uno de los momentos más dulces de su historia reciente. Si esta práctica milenaria, originaria de la India, ya estaba en boga durante los últimos años en nuestro país, las restricciones a las que nos hemos visto sometidos como sociedad durante la crisis sanitaria del COVID-19 parece que ha acabado de catapultarla en la cima de la práctica física de moda vinculada al bienestar.
Puede que, en ella, la mayoría encontremos aquello que nos falta en otras disciplinas deportivas: una práctica profunda que no termina en un plano físico, sino que trasciende también al plano mental, emocional y energético. Una filosofía tan completa y encaminada hacia el conocimiento consciente de uno mismo y hacia la liberación en todas sus vertientes, que su práctica nos ayuda a reencontrarnos con nosotros mismos, a abrir y a fortalecer el cuerpo, a liberar tensiones y apegos, a encontrar respuestas y a volver a la esencia de todas las cosas.
El yoga es una disciplina integral que se ha visto revalidada en tiempos de COVID por su capacidad de aportar calma y serenidad en momentos de incertidumbre
Por ello, acabar una buena clase de yoga es sinónimo de serenidad, de paz interior y de equilibrio. Tres metas más que deseables en plena pandemia y en momentos de incertidumbre global como la que estamos viviendo que nos ayudarán sin duda a sentirnos mucho mejor y a afrontar la inseguridad, el miedo o la ansiedad con mucha más ecuanimidad.
Desde Objetivo Bienestar te hemos dado muchas claves sobre cómo practicar en casa durante estos meses en los que los centros de yoga han estado cerrados. Y, aunque la práctica personal es importante para seguir avanzando en el perfeccionamiento de cada asana, también lo es combinarla con la práctica guiada con profesores certificados que te enseñarán nuevas secuencias, posturas o formas de abordar tanto asana (posturas físicas) como pranayama (control de la respiración).
Es cierto que la práctica de yoga online con clases en diferido impide la corrección específica de las posturas y que esto puede ser un impedimento para los principiantes, pero también resulta una opción más que válida para todos aquellos que no podemos asistir a clases presenciales por el motivo que sea, que queremos probar nuevos métodos o formas de enseñanza, que no queremos comprometernos con un horario o un centro fijo o que nos gusta especialmente el método de un profesor a cuyas clases no podemos asistir. De igual modo, también existen plataformas en las que podrás practicar en directo y ser corregido por parte de la profesora.
Se recomienda combinar la práctica en solitario con las clases guiadas con profesores certificados
Así que vamos intentar despejar la común pregunta de “a qué profesor seguir” para la práctica en casa. Entre la amplísima oferta que encontrarás en internet de gimnasios online con clases de yoga virtuales, como Ictivia, Wowego o Entrena Virtual, hoy queremos fijarnos específicamente en las maestras en las que nosotras hemos confiado como colaboradoras de contenido de yoga de calidad en nuestra revista digital y que no podemos hacer otra cosa que no sea recomendarlas por propia experiencia. Seis mujeres de destacada trayectoria con las que podrás realizar clases virtuales completas y enfocadas a distintos niveles de práctica, cómodamente desde tu casa, para seguir avanzando en el camino del yoga. ¡Namasté!