Seguro que alguna vez has oído hablar de los conocidos saludos al sol en la práctica de yoga. Son una de las partes más conocidas de las posturas que se practican en este deporte, pero van mucho más allá.
Hoy voy a explicarte qué son los saludos al sol o Surya Namaskar y cómo hacerlos de manera fácil y segura. No te agobies si al principio no puedes hacer todos los movimientos completos, te daré opciones para que puedas adaptarlos.
¿Qué son los saludos al sol?
Pues bien, los saludos al sol son una serie de posturas acompañadas de respiraciones concisas y profundas que nos ayudan a limpiar el cuerpo de toxinas y a liberar nuestra mente de las constantes fluctuaciones. Además, realizando los saludos al sol, también estimulamos el sistema cardiovascular, aliviamos la ansiedad y calentamos los músculos y la mente para nuestra posterior práctica de yoga.
La práctica de saludos al sol está considerada como la base de múltiples disciplinas de yoga, como el Ashtanga Yoga o el Yoga dinámico tipo Vinyasa, donde siempre se incluyen al inicio o durante la práctica. Pero hay que tener en cuenta que por sí mismos también se consideran una práctica completa, pues son exigentes y nos ayudan a movilizar todo el cuerpo.
Es importante que mientras nos movemos estemos atentos a nuestra respiración, que siempre será nasal, dejándola fluir de manera correcta. Y recuerda que todas las posturas pueden modificarse para acomodarlas a nuestro estilo y práctica personal.

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Paso a paso para realizar un saludo al sol o Surya Namaskar A
- Nos colocamos en el principio de la esterilla con los pies juntos, dejando un pequeño espacio entre ambos talones. Inhalamos y juntamos las manos en el pecho, empujando los hombros hacia abajo y estirando bien la espalda. Exhalamos aquí y bajamos las manos hacia los lados del cuerpo, colocándonos en la postura de la montaña o Tadasana.
- Inhalamos y subimos los brazos hacia el cielo, estirando bien el cuerpo. Miramos hacia las manos.
- Exhalamos y doblamos el tronco hacia delante, desde la cadera, en esta flexión de espalda llamada postura de la pinza o Uttanasana. Dejamos que el cuerpo caiga suavemente hacia abajo, relajando la cabeza. Si no llegas al suelo con las manos, dobla las rodillas generosamente.
- Inhalamos y estiramos la espalda, llevando la mirada hacia adelante. Alargamos aquí la espina dorsal, creando espacio entre el pecho y las piernas, en esta media flexión llamada Ardha uttanasana. Si las manos no te llegan al suelo, apóyalas suavemente en las tibias o coloca unos bloques por delante de ti y apóyate en ellos.
- Exhalamos y llevamos la pierna derecha hacia atrás en un gran paso, seguida de la pierna izquierda, colocándonos en la postura de la plancha. Aquí podemos bajar las rodillas al suelo o mantener las piernas estiradas, pegamos codos al cuerpo y bajamos lentamente en una flexión hacia delante, en la postura de Chaturanga dandasana.
- Inhalamos y presionando con las manos hacia la esterilla, subimos el pecho hacia la postura de la cobra o el perro hacia arriba, con cuidado y sin forzar, separando bien los hombros de las orejas.
- Seguidamente exhalamos y metiendo el ombligo hacia dentro, subimos las caderas hacia el cielo, llegando a la postura del perro hacia abajo o Adho Mukha Svanasana. Presionamos bien con las manos hacia atrás y llevamos la mirada entre los pies. Suavizamos el cuello.Vamos a mantenernos aquí durante 5 respiraciones profundas. Si tus talones no tocan la esterilla, flexiona las rodillas generosamente. Si siguen sin tocar la esterilla, no hay problema, con el tiempo y la práctica lo harán.
- Inhalamos y llevamos la mirada hacia delante, entre las manos, y con una exhalación damos un gran paso hacia delante con el pie derecho, seguido del pie izquierdo.
- Inhalamos aquí y volvemos a estirar la espalda de nuevo, creando espacio y llegando hacia Ardha Uttanasana. La mirada va hacia delante.
- Exhalamos y doblamos el tronco hacia abajo, desde la cadera, buscando Uttanasana. De nuevo si tus manos no llegan a la esterilla, dobla tus rodillas generosamente.
- Inhalamos y subimos los brazos hacia el cielo, estirando bien los dedos de las manos, sintiendo cómo nuestro cuerpo se estira y se descomprime.
- Exhalamos y juntamos nuestras manos en oración en el pecho. ¡Y ya lo tenemos! Hemos realizado un saludo al sol completo.
Si tienes cualquier duda sobre esta secuencia o cualquier otra cosa relacionada con el yoga como estilo de vida, estaré encantada de responder a preguntas o sugerencias sobre futuros artículos, podéis escribirme a: holayoganna@gmail.com
Namasté.