Emprender de forma consciente y en un proyecto vinculado al mundo del yoga, del mindfulness y del cuidado del cuerpo y de la mente es más que posible. Y Cristina Pacheco es un claro ejemplo de ello. Esta madrileña que empezó a practicar yoga a los 17 años es una enamorada de esta disciplina milenaria y ha conseguido hacer de ella no solo un estilo de vida sino también una forma para vivir: además de impartir clases, Cristina fundó hace cuatro años su propia plataforma de salud y bienestar, WerGym, y el próximo 25 de septiembre celebrará en Madrid la primera edición de un gran festival dedicado al cultivo del bienestar, que promete dejar huella.
Y todo, desde su perspectiva #healthculture o de autocuidado integral que nos ayude a vivir más sanos, más felices y con más plenitud.
Hablamos con ella sobre qué representa el yoga en su vida, cómo podemos integrar esta antigua sabiduría en pleno siglo XXI y qué sorpresas nos esperan en el WavesFest.

Muchos yoguis explican que, tras iniciarse en la práctica, su vida cambió por completo. Pasaron de vivir con estrés y desconexión a empezar a tomar más conciencia, a dejar de lado malos hábitos, a aprender a escuchar su cuerpo, a recuperar el silencio interior… ¿Tú también tuviste un antes y un después tan marcado cuando empezaste a practicar?
Mi práctica comenzó cuando tenía 17 años, en plena adolescencia, y esta práctica me cautivó porque enseguida empecé a sentir más control y serenidad en mi agitado momento de vida. El principal estado en yoga/meditación es el de soltar y deshacerse, para luego hacer. Comencé a esta temprana edad a ser más consciente de mis pensamientos, de mis actos, a escuchar la voz de la conciencia, a atender a mi cuerpo, y sentí el yoga como un aliado que me permitía cuidar más de mí. Y aquí sigo, aprendiendo de mi experiencia ahora como profesora también, sin perder la forma curiosa de mirar hacia esta práctica y el querer siempre aprender. Lo bello del yoga es que supone una práctica infinita, y el cambio es constante. “Sé luz para ti mismo y serás luz para el mundo”.
El yoga es una práctica infinita, y el cambio es constante
¿Cómo pasaste de ser una practicante de yoga a tener WerGym, tu propia plataforma de salud y bienestar que conecta masters, usuarios y espacios?
Soy cofundadora de WerGym Body, Mind & Soul. Empezó con un afán de mostrar que las prácticas saludables funcionan para mejorar la calidad de vida. Comer y beber sano, meditar, practicar mindfulness, canalizar las emociones, dormir bien, cultivar un cuerpo fuerte y vigoroso, ágil y flexible, una mente clara y despejada… Todo eso y más es lo que practicamos y enseñamos en WerGym, una plataforma donde poder encontrar diferentes disciplinas de salud y bienestar a solo unos clicks de distancia, centralizado a través de una app para facilitar el contacto entre masters, usuarios y espacios.
De hecho, el próximo 25 de septiembre, en Las Rozas, se celebra el Waves Fest, una jornada saludable dedicada a la práctica del yoga, la meditación, la danza, el pilates y las artes marciales. ¿Por qué decidiste organizar este festival?
Waves Fest es un festival de salud y bienestar con una perspectiva 360º, lo organizamos porque queremos generar un movimiento #healthculture, cultura de salud. La pandemia nos ha enseñado que debemos cuidarnos y dedicar un tiempo para cada uno, tengamos el trabajo que tengamos. El mensaje que deseamos transmitir a las familias, a las personas de cualquier rango de edad, es que es posible cuidarse, estar sanos, y sentirse bien mental, física y emocionalmente.
Consideramos que el cuidado proporcionado por uno mismo y para uno mismo es esencial para vivir la vida con calidad, tanto hacia el interior como hacia el exterior, las personas que te rodean, tus amigos, compañeros o el entorno. Una cosa lleva a la otra… y así podemos crear un mundo más sano y equilibrado…

¿Cuáles son los platos fuertes del Waves Fest?
Hemos cuidado mucho que sea un día completo, con una filosofía transversal del movimiento #healthculture pero teniendo en cuenta que cada persona es diferente. Queremos conectar con la naturaleza, por eso lo realizamos al aire libre en la Finca Urban Camp, en un entorno rodeado de árboles. Nos moveremos al son de la música que ofrecemos en directo, meditaremos en grupo y habrá zonas Free Meditation para quienes quieran hacerlo solos. Aprenderemos técnicas milenarias de Taichi y QiGong, Kung fu y diferentes estilos de yoga para todas las edades, adultos, niños, en familia o para mayores. Moveremos el cuerpo danzando y fortaleciendo con pilates, probaremos técnicas diferentes de mindfulness. También se podrá picar algo en una de las foodtrucks, relajarnos en la zona de mesas o en la esterilla. La zona kids estará equipada para que se diviertan aprendiendo, con eco-talleres y juegos mientras los papás practican la disciplina que más les atraiga. Además, habrá una carpa de masajes facilitada por los fisioterapeutas, ¡y más sorpresas! Con algún sorteo y un kit de bienvenida para los 120 primeros. Es un día especial, de celebración, un día para practicar salud, cultura de salud.
Insistes en el movimiento #Healthculture. Explícanos qué es.
El movimiento #healthcultture trata de sensibilizar a las personas acerca del cuidado de la salud y hacer difusión de esta entre todos los miembros de la familia, el entorno, el trabajo o la comunidad en la que viven. Cuidarse no debe ser un lujo, queremos que esté al alcance de todos. En general, uno se cuida más cuando le falta salud, pero la apuesta del movimiento #healthcultture es cultivarla en el día a día, y entenderla como una práctica preventiva y activa.
La auténtica práctica se revela cuando estamos dirigiendo nuestra vida, tomando decisiones, atendiendo a nuestras emociones y sentimientos
Volviendo al yoga. Más que una mera disciplina física que nos mantiene fuertes y flexibles, se dice que el yoga es una forma de vida (no una religión). ¿Por qué?
El yoga es filosofía, es el continuo estudio de uno mismo. Efectivamente no es religión como se entiende actualmente. El concepto de yoga va más allá de identificarse con una forma de pensar determinada, está más en relación con la espiritualidad, por ello se le considera un estilo de vida, que aúna herramientas para interconectar cuerpo y mente desde una perspectiva de paz y armonía, de salud y bienestar.
¿Y qué hay del famoso pranayama o técnica de respiración consciente? ¿En qué medida es necesaria ponerla en práctica tanto dentro como fuera de la esterilla?
Las técnicas milenarias de pranayamas son la esencia del yoga. El sistema respiratorio es el único sistema orgánico que puede funcionar de forma voluntaria, es decir, que podemos llegar a dirigir y controlar. La respiración es la unión más sutil entre mente y cuerpo. Yo les digo a mis alumnos que la importancia de la práctica no debe quedar solo en la esterilla, la auténtica práctica se revela cuando estamos dirigiendo nuestra vida, tomando decisiones, atendiendo a nuestras emociones y sentimientos, etc. La respiración es un guerrero silencioso al que hay que prestar atención. Un nuevo paradigma de salud.
Yoganna nos explicaba en la jornada de yoga que hicimos en Badalona que mucha gente cree que los yoguis son serenos y estables por naturaleza pero que, en cambio, muchos de ellos recurren a la práctica precisamente para encontrar esa serenidad que les falta. ¿Estás de acuerdo con ello?
Hay infinidad de respuestas al porqué una persona emprende el camino yóguico. Me he encontrado un poco de todo, aquellos que son serenos y buscan seguir permaneciendo en ese aplomo, otros muy activos y nerviosos y quieren llenar de paz sus vidas, o aquellos que aparentemente son pacíficos y después en sus momentos más íntimos, no lo son tanto… Cualquiera de los casos es válido y puede funcionar para encontrar la serenidad que les completa.

¿La práctica de yoga es también el complemento perfecto para otras rutinas fitness más enfocadas a trabajar la resistencia o la fuerza?
¡Sí! Es una gran aliada que complementa cualquier actividad o ejercicio físico, de hecho, numerosos deportistas de élite practican. En yoga, específicamente en Hatha yoga, la parte centrada en lo físico, se aprende a respirar de manera eficiente, a meditar y a conectar con tu cuerpo relacionándote con él íntimamente, y me refiero a atenderlo, a apreciarlo y a saber qué necesita, qué quiere o qué le hace bien. Además, el yoga potencia la fuerza, la resistencia, la flexibilidad, el equilibrio o la coordinación de hemisferios, entre otras. Es un ejercicio físico de bajo impacto que trabaja cuidando articulaciones, huesos, músculos, tejidos, órganos, sistemas orgánicos y regula la función de las glándulas endocrinas, además de estimular la memoria y la atención, entre muchos otros beneficios.
Yoga es deshacerte del ego, desindentificarte con la forma y viajar a otros estados mucho más serenos y completos
Las redes sociales nos inundan con influencers que realizan posturas casi de contorsionista con cuerpos jóvenes y perfectos. Pero ni la postura perfecta ni el cuerpo perfecto son los objetivos de la práctica, ¿verdad?
Verdad. Está muy bien mostrar hasta dónde uno puede llegar, pero yoga no es competitividad, ni comparación, ni ego… Yoga es deshacerte de todo eso, desindentificarte con la forma y viajar a otros estados mucho más serenos y completos. Yoga es aprender a apreciar la belleza.
Si tuviera que resumir en una frase cuál es el objetivo del yoga diría que es la oportunidad para evolucionar y despertar, Your Opportunity to Grow and Awake.
¿Crees que las niñas y niños deberían empezar a practicar yoga en la escuela igual que se hace con otras disciplinas o deportes?
¡Por supuesto! Ya hay cierta tendencia que impulsa a los niños a trabajar con emociones, mindfulness y conciencia corporal, sigamos reforzando esto y mirando hacia adelante para regalar a las personas desde que son pequeñas estas herramientas de autocuidado, de salud, de bienestar físico, mental, emocional...
Podemos aprender desde niños a amarnos y aceptarnos, a respetarnos y querernos, a vivir más tranquilos, con menos estrés, a cultivar cuerpos sanos y mentes fuertes para afrontar las experiencias y acontecimientos que nos suceden en la vida. Esto es la evolución que lleva la práctica del yoga y sería una sociedad mucho más hermosa si aprendiéramos esto desde pequeños.