El yoga se ha consolidado como una de las prácticas más extendidas en el mundo para conseguir un equilibrio entre cuerpo y mente. Sus elegantes posturas permiten trabajar la fuerza, resistencia y elasticidad del cuerpo, pero también la serenidad de la mente.
Y no hay mejor etapa para ponerlo en práctica que el embarazo. Aunque es una etapa maravillosa, muchas mujeres también lo sufren físicamente y con una montaña rusa emocional. Es entonces cuando el yoga es ideal para conseguir el equilibrio.
¿Qué beneficios tiene el yoga en el embarazo?
Además de los beneficios que tendría en cualquier persona, como mejorar el sueño o reducir el estrés y la ansiedad, practicar yoga en el embarazo ayuda a mejorar la musculatura que intervendrá en el parto y disminuye los síntomas que este proceso puede producir, como dolor de espalda, náuseas o dificultad para respirar.
¿Cuándo es recomendable hacer yoga en el embarazo?
Como en todo, siempre dependerá de la condición de la mujer. Si te encuentras bien, puedes empezar a practicar yoga desde el primer trimestre, aunque hay especialistas que recomiendan esperar al segundo para haber pasado el periodo de peligro y evitar riesgos en el bebé.
¿Qué tipo de yoga puede hacer una embarazada?
Existen muchos estilos de yoga en el mundo, y aunque todos tienen una filosofía común, hay algunos más sencillos que otros. En el caso de las embarazadas, lo mejor es realizar el hatha yoga o el yoga prenatal, ya que sus posturas son más seguras y adaptadas a esta etapa, a la vez que están más enfocadas a mejorar el parto.
Lo importante es que, aunque sea poco a poco, incorpores la filosofía del yoga como tu nuevo estilo de vida, ya que así notarás muchos beneficios físicos y emocionales en esta etapa que, a veces, puede hacerse algo complicada. Sigue las posturas del vídeo y verás cómo tu parto se hace mucho más sencillo.