Llega el verano y con él, como cada año, las deliciosas y jugosas cerezas. Y nada mejor para celebrarlo que con un delicioso y sencillo clafoutis, un postre de origen francés, en el que las cerezas son las protagonistas absolutas de la receta.
El clafoutis es una tarta tradicional francesa elaborada con una buena cantidad de cerezas frescas y con una textura final parecida a un flan muy cuajado. Dependiendo de los ingredientes más o menos saludables que se utilicen en su preparación, su textura final quedará más o menos fina y densa.
Mi versión, al ser con ingredientes integrales, queda con más cuerpo y consistencia que la receta original. Yo no utilizo mantequilla, tan solo una pequeña cantidad de aceite de coco, y una combinación de vainilla y fruta, con la que obtenemos un resultado realmente exquisito. Además, el aroma que queda en toda la casa, al hornear esta tarta, hace que sea difícil resistir el tiempo de espera para poder degustarla.
Tengo que reconocer que las cerezas son una de mis frutas favoritas de todo el año, y aunque me encanta comerlas solas y las disfruto como ninguna otra fruta, son tan vistosas y fotogénicas que no puedo resistirme a preparar cada año nuevas recetas con ellas. Su alto contenido en vitamina C y su riqueza en antocianinas, las convierte en un fantástico alimento antioxidante, capaz de prevenir importantes enfermedades degenerativas y cardiovasculares. Además, es considerada también como una de las mejores frutas para depurar el organismo y liberarlo de toxinas.
