Estas galletas elaboradas con copos de avena y fresas, son ideales para un desayuno o merienda saludable. Tienen el rico toque y sabor de las fresas, y ahora que empieza la temporada de esta maravillosa fruta, ¡no te puedes perder esta sencilla y deliciosa receta!
Hay muchas maneras de preparar galletas de avena, las más tradicionales utilizan harina para prepararlas, y otras, una mezcla de harina y copos de avena. Yo para preparar las mías, tan solo he utilizado la avena en copos, y el resultado recién hechas, es el de unas galletitas crujientes en su exterior y algo blanditas en el centro, pero tan ricas, que no podrás comer solo una.
La avena
El ingrediente principal, la avena, es de todos los cereales, el que tiene un contenido más alto en proteína, y también el que más vitaminas del grupo B aporta. Es también el más rico en fibra de todos los que existen. Su contenido en beta-glucanos, una fibra dietética soluble que ayuda a reducir el colesterol LDL o malo y a aumentar el HDL o colesterol bueno, hacen de este cereal un tesoro nutricional.
La avena tiene un alto contenido en carbohidratos, pero al ser estos de absorción lenta, su consumo, siempre en cantidades moderadas, es muy interesante en dietas de adelgazamiento. Además, la gran cantidad de fibra que contiene ayuda a depurar y a limpiar el organismo, ya que facilita el tránsito intestinal.
Esta es una receta base que puedes preparar con otras frutas, ya sean secas o frescas, pero también con pepitas de chocolate y/o frutos secos, y por supuesto, incorporar tus especias favoritas. Y una vez hechas, podemos dejarlas así, que quedan riquísimas, o bañar una parte en chocolate derretido.
Al prepararlas, obtendremos una mezcla muy húmeda, pero tan solo tenemos que cogerla con una cuchara y dejarla en la bandeja de horno forrada con papel antiadherente. Una vez ahí, aplastarla con la cuchara y los dedos para hacer la forma redonda de una galleta. Es importante hacerlas lo más finas que podamos para que queden crujientes.
