El guacamole es uno de los dips o salsas más conocidos en todo el mundo, y también uno de los más saludables. Es ideal como aperitivo o entrante servido con unos nachos, pero también para acompañar algunos de los platos más famosos y sabrosos de la cocina mexicana, a los que aporta cremosidad, suavidad y frescor.
Esta rica salsa es realmente fácil y rápida de preparar, ya que en tan solo 5 minutos la tendremos lista y también la podremos utilizar en ensaladas, sandwiches o bowls saludables
Su ingrediente principal es el aguacate, una fruta no dulce con un alto contenido en grasas saludables, en vitamina E, en omega-3 vegetal y en minerales como el magnesio y el potasio. Sus grasas monoinsaturadas son muy valiosas, ya que nos ayudan a cuidar nuestra salud cardiovascular y a reducir el colesterol.
Yo he querido preparar una versión un poco más dulzona que la original, incorporando trocitos de melón a la mezcla y enriqueciéndola con semillas de cáñamo peladas, para aportar un poco de proteína completa a la receta. Estas semillas son una buena fuente de ácidos grasos Omega3 y minerales como el magnesio, el hierro o el calcio entre otros. Entre sus vitaminas destacan las del grupo B y la E, una vitamina con propiedades antioxidantes.
El melón, que ahora está en plena temporada, combina perfectamente con los diferentes ingredientes de esta receta, y además de dulzor, vitaminas y minerales, aporta jugosidad y frescor a esta elaboración. Esta golosina natural es rica en vitamina C, vitaminas del grupo B, y betacarotenos, además de minerales como el potasio, el fósforo o el hierro.
Si nunca has preparado guacamole casero, te invito a que lo pruebes con esta sencilla receta. Y si ya acostumbras a prepararlo, ¡pruébalo de esta manera! ¡Estoy segura de que su toque especial os va a conquistar a ti y a los tuyos!
