Este queso fundido, servido con nachos, es un aperitivo increíble, pero también queda espectacular en unos macarrones con queso veganos, más conocidos como mac and cheese, o incluso para preparar una pizza.
Sus ingredientes principales son la patata y el boniato, ambos con una alto contenido en almidón, lo que hace que su textura al triturar, quede densa y se asemeje a la versión original de este queso. Además, el color del boniato, hace que en combinación con el resto de ingredientes, el resultado final tenga ese color entre anaranjado y amarillento, tan parecido al Cheddar de verdad.
Esta es una receta que hay que preparar con las hortalizas hervidas en el mismo día, porque no queda igual con hortalizas preparadas con antelación y guardadas en la nevera. La razón es que la estructura de sus almidones cambia, se convierten en almidones resistentes y la textura de la mezcla queda algo diferente. Cocer las patatas y el boniato el día antes y conservarlos en la nevera hasta el día siguiente siempre es más beneficioso para nuestra microbiota. Pero en este caso, lo que buscamos es un resultado final y la mejor manera de conseguirlo es preparando la receta en el mismo día, sin guardar en el frigorífico las hortalizas ya cocidas.
Otro de los ingredientes imprescindibles en esta receta es la levadura nutricional, que además de aportar innumerables nutrientes, es la que otorga ese riquísimo sabor a queso, y también más densidad a la preparación.
Tienes que probarlo, porque una vez lo hagas... ¡estoy segura de que lo querrás repetir más de una vez!
