Hoy he querido preparar un postre delicioso con una de las frutas que más nos gustan a todos en esta época: la mandarina. Esta delicia tan fresca y jugosa, tiene su momento más dulce durante los meses más fríos del año, así que he querido aprovechar que estamos en plena temporada, para preparar un flan con ella. Y para que todo el mundo lo pueda disfrutar, he preparado una versión sin huevos, completamente vegana y como cualquier otro flan, también sin gluten.
La mandarina es una fruta rica en vitamina C, ácido fólico y en minerales como el magnesio, el potasio o el calcio. También destaca por su contenido en citroflavonoides, un potente antioxidante que mejora la circulación de la sangre, aumenta las defensas y ayuda a reducir el colesterol. Su contenido en calorías es muy bajo, por lo que es la golosina ideal para esos momentos en los que nos apetece algo dulce, pero 100% natural y que además nos beneficie con sus nutrientes.
Para preparar este flan sin utilizar productos de origen animal y conseguir esa textura gelatinosa, he utilizado una parte de agar-agar, pero también una parte de arrurruz, una raíz que sirve como espesante en la cocina y que se puede encontrar fácilmente en dietéticas y tiendas especializadas.
El agar-agar es una alga rica en yogo que cuenta con un gran poder gelificante
El agar-agar es un alga rica en yodo, que tiene propiedades depurativas y gran poder gelificante. Al no aportar ni color ni sabor es perfecta para dar una consistencia de gelatina a cualquier elaboración, ya sea dulce o salada. Puedes encontrarlo en copos o en polvo, yo lo prefiero en polvo porque es más fácil de disolver.
El arrurruz es un almidón que proviene de un tubérculo originario de América del Sur. Es rico en potasio, no contiene gluten y su poder espesante hace que sea un buen sustituto del almidón de maíz, uno de los espesantes más utilizados en la elaboración de recetas convencionales. El arrurruz junto con el kuzú, es un espesante muy utilizado en la cocina macrobiótica, aunque este último tiene además propiedades terapéuticas y por ello su precio también es más elevado. En esta receta se puede utilizar cualquiera de los dos u otro espesante, si lo prefieres.
En esta receta es recomendable utilizar una leche vegetal con cuerpo, como la de soja, o la de almendras si la primera no te gusta o no la utilizas. Si utilizásemos una leche de cereales, como la de avena o arroz, el resultado final quedaría más aguado y con menos consistencia. Quien consuma leche animal también podría utilizarla.
En pocos minutos tendrás listo este dulce de temporada tan rico y sencillo de preparar, ¡que seguro que le encanta a toda la familia!