Tarta de queso japonesa: receta fácil y original

La "cheesecake" es uno de los postres más populares, pero en los últimos meses se ha convertido en tendencia una de sus versiones: la tarta de queso japonesa

Receta de tarta de queso japonesa
Anna Martínez

Anna Martínez

Periodista

Si el mundo tuviese que llegar a un acuerdo en cuál es la tarta más popular, posiblemente sería la cheesecake en cualquiera de sus variantes. Tanto si te gusta el queso como si no, este postre es un clásico que todo el mundo ama.

Y lo bueno de la tarta de queso es que tiene muchas versiones que encandilan a los paladares más exquisitos. Una de las que más se ha viralizado en los últimos meses es la tarta de queso japonesa, una versión más esponjosa, tipo mousse.

Orígenes de la tarta de queso japonesa

La tarta de queso japonesa triunfa en los cafés de Japón y, desde que se hizo viral, también en España. En su lugar de origen se conoce como Fuwa Fuwa, y a pesar de la larga historia del país nipón, su origen no es tan antiguo.

A finales del siglo XIX, se empezó a potenciar en Japón el consumo de alimentos extranjeros, y es entonces cuando llegó la clásica tarta de queso, pero no terminaba de conquistar a la población. Sin embargo, tras la II Guerra Mundial los gustos de los japoneses empezaron a cambiar, y cada vez aumentó más el uso de quesos suaves en los postres.

No sería hasta la década de 1960 cuando la pastelería Morozoff de Kobe lanzase esta pionera tarta de queso esponjosa. Después, se fue extendiendo por otras ciudades del país, y en los años 70 terminó de popularizarse por la difusión que hicieron de esta receta las revistas femeninas. 

Consejos para una tarta de queso japonesa perfecta

Además de seguir al pie de la letra las cantidades exactas, en Japón hay un truco especial para conseguir que la masa quede bien esponjosa. 

Como verás a continuación, en la receta no se dice que sea necesario calentar la masa antes de llevarla al horno, pero en Japón mezclan los ingredientes sobre una superficie ligeramente caliente que hace que se integren mejor. 

Hacer una tarta de queso japonesa y que quede bien esponjosa es muy sencillo. Te dejamos los ingredientes necesarios, un vídeo y el paso a paso para que no te pierdas en ningún momento. ¡A disfrutarla!

Icono de ingredientes

Ingredientes:

  • 60 g de harina de repostería
  • 6 huevos
  • 20 g de maicena
  • 140 g de azúcar glass
  • ¼ de cucharadita de crémor tártaro
  • 250 g de queso crema
  • 50 g de mantequilla
  • 100 ml de leche 
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • Sal

Preparación

  • Separar las claras de las yemas de los huevos, ya que se usarán por separado.

  • Poner un cazo a fuego bajo y meter la mantequilla, el queso crema y la leche mientras se va removiendo para que se mezcle.

  • Mientras tanto, tamizar la harina para que no haya grumos. Cuando la tengas, añádele una cucharadita de sal, el zumo de limón y las yemas de huevo poco a poco. Mézclalo todo hasta tener una pasta homogénea.

  • Cuando tengas la masa, añádele la otra mezcla de mantequilla, leche y queso crema que habías calentado.

  • Coloca en otro recipiente las claras de huevo y bátelas con varillas o batidora para montarlas. Cuando empiecen a espumar, añade el crémor tártaro y sigue batiendo hasta que veas que empiezan a montar. En ese momento, empieza a añadir poco a poco el azúcar glass y sigue batiendo hasta conseguir un merengue denso

  • Precalienta el horno a 160 ºC y prepara un molde con con papel de horno.

  • Mientras el horno se calienta, echa el merengue en la mezcla donde tenías el resto de ingredientes y mézclalos suavemente.

  • Ahora viene lo característico de esta tarta. Debes hacerlo con el baño maría, por lo que tienes que introducir en el horno una fuente llena de agua caliente. En el centro de la fuente, coloca el molde con el pastel (mejor poniéndole papel de aluminio cubriendo las paredes del molde) y añade más agua si fuese necesario hasta que llegue por la mitad del molde.

  • Hornéalo durante 1 hora y 10 minutos a 160 ºC, sin tocar la temperatura.

  • Sácala después de ese tiempo y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Después, déjala en la nevera durante al menos dos horas. 

Sobre el autor
Anna Martínez

Periodista especializada en salud y en autocuidado. Ahora escribo para Objetivo Bienestar. 

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