¿Quién puede resistirse a unas deliciosas tortitas caseras hechas con cariño y buenos ingredientes? Me temo que nadie... ¡porque son el desayuno perfecto y soñado de la mayoría de los mortales!
Estas tortitas están elaboradas con una mezcla de harina de trigo sarraceno y de arroz integral, una combinación que siempre funciona muy bien para sustituir a las harinas con gluten.
El trigo sarraceno es un pseudocereal que tiene una curiosa forma de pirámide en miniatura y cuyo valor nutricional es muy interesante, ya que supera al de cualquier cereal. Contiene proteína completa y es muy rico en minerales como el manganeso, el fósforo y el cobre. Destaca por su contenido en rutina, un antioxidante que ayuda a mejorar nuestra circulación sanguínea, y a prevenir problemas relacionados con ésta.
La zanahoria aporta nutrientes, sabor y dulzor a las recetas
Pero el ingrediente inesperado o protagonista de estas tortitas es la zanahoria, una hortaliza que siempre queda bien en elaboraciones dulces y que aporta a estas tortitas un extra de dulzor y de vitaminas, sin que a nadie le moleste su presencia, ya que ni se nota.
La zanahoria es un tubérculo muy rico en betacarotenos o provitamina A, una vitamina que nos ayuda a cuidar nuestra salud ocular, pero también nuestras mucosas y nuestra piel. Contiene además vitaminas del grupo B, como el ácido fólico, vitamina C y minerales como el potasio o el calcio. ¡Y tiene un sabor tan rico que hasta sola y cruda es una delicia!
Así pues, estas son unas tortitas deliciosas, saludables y muy nutritivas, que además de alegrarnos el desayuno, ¡pueden ser también una merienda!