El placer es fundamental en las relaciones sexuales. Y sí, hablamos de placer y no de orgasmo. Hay que empezar a entender que se puede disfrutar del sexo aunque no se llegue al orgasmo, y no hay nada de malo por no conseguirlo. Así que ese es el primer concepto que debe quedarte claro: el objetivo del sexo es el placer, no el orgasmo.
Ahora bien, nunca está de más poner de nuestra parte para intentar conseguirlo sin obsesionarnos. Dejando a un lado las claves psicológicas para alcanzar el orgasmo, también hay otras más bien físicas que podemos poner en práctica.
Por ejemplo, ya es bien sabido que el clítoris es (en la mayoría de casos) fundamental para que la mujer alcance el orgasmo, por lo que debemos intentar estimularlo. Además de utilizar juguetes sexuales, también es muy importante la elección de las posturas durante el sexo.
Algunas favorecen más la fricción del clítoris, así como una penetración más profunda, por lo que será más probable llegar al orgasmo con ellas. Y, por si todavía quieres más, siempre puedes hacer cosas para avivar la pasión en la pareja, lo que irá aumentando el deseo poco a poco y mejorando la intimidad entre vosotros.
