Mantener a flote una relación implica numerosos puntos a tener en cuenta. Además de la comunicación, base de todo vínculo afectivo, no podemos olvidarnos del gran papel que juega el sexo en el día a día de una pareja. Incluso en los líos de una noche, el sexo sigue siendo ese espacio al que llegamos para divertirnos, rebajar las tensiones diarias y, ¿por qué no? ¡Hasta para jugar! De lo contrario, tener sexo rutinario, sin ninguna innovación a lo largo del tiempo, puede acabar mermando la emoción y la libido de la pareja.
Dicho esto, es el momento de romper con todos los prejuicios, los miedos y los “yo nunca” para empezar a disfrutar del sexo con total plenitud (pero siempre sin forzar). La intensidad la eliges tú, algo más slow, algo más tántrico… lo importante es mantener viva la llama del deseo.
Muchas veces repetimos patrones, nos acomodamos en lo establecido y no nos dejamos llevar por nuestras fantasías. Sin embargo, de vez en cuando está bien romper con la monotonía e intentar expresar qué es lo que nos apetece hacer en la cama con un poco de imaginación.
Recuerda que los límites los ponéis entre vosotros y vosotras. Si una de las personas involucradas en el acto no quiere seguir por determinado camino, no pasa nada, está bien. La cuestión es probar hasta dar con esa fantasía sexual que encaje por las dos partes.
Respecto al lugar tampoco hay frenos. Quizá ha llegado la hora de que pongáis a prueba vuestros sentidos y disfrutéis del sexo en esos espacios que tanto os excitan. Sacar toda la artillería sexual, como vibradores, geles o lubricantes puede ayudaros a llegar con más facilidad y de una manera más profunda al orgasmo.
Pero si lo que queréis es experimentar a lo grande, lo mejor es que pongáis poco de picardía en vuestras relaciones sexuales. ¿Cómo hacerlo? Juegos de cartas, besos y caricias, retos sexuales… ¡son muchas las formas! Para ponéroslo más fácil, os dejamos con algunas propuestas para jugar en compañía y darles una nueva vida a vuestras relaciones sexuales. ¿Te animas a probar?