En octubre de 2010 un artículo vio la luz en el magazine neoyorkino Slate. Centrado en los resultados que se publicaron previamente en la revista Journal of Sexual Medicine, revelaba que, entre otros datos no tan relevantes para este artículo, estaba aumentando el porcentaje de mujeres que practicaba sexo anal.
En 1992 el 16% de las mujeres de 18 a 24 años decían que habían probado el sexo anal. En ese momento, 2010, hasta el 20% de las mujeres de 18 y 19 años reconocían haberlo probado, mientras que el porcentaje aumentaba hasta el 40% en aquellas que tenían entre 20 y 24 años.
El porcentaje de mujeres que aseguran haber probado el sexo anal ha ido en aumento en los últimos años
En ese año de 1992 el mayor porcentaje de mujeres de cualquier grupo de edad que admitió haber practicado sexo anal fue del 33. En 2002, era del 35. En 2010 el porcentaje había subido al 46.
Poco a poco cae el estigma relacionado con el sexo anal
Los datos de mujeres que practican sexo anal en Estados Unidos son extrapolables a nuestro país. Aunque no existen estudios específicos centrados en mujeres españolas, sí han aumentado el número de ellas que reconoce haber practicado la penetración anal.
Esta realidad implica que, poco a poco, está cayendo el estigma de este tipo de sexo, especialmente entre las mujeres, que cada vez se atreven a hablar más del tema y compartir experiencias.
¿Cómo tener relaciones sexuales anales seguras?
Es importante tener claro que el ano no dilata de la misma manera que la vagina. Son dos orificios diferentes, con funciones biológicas distintas, y aunque los dos se relacionen directamente con las prácticas sexuales, lo cierto es que deben estimularse y cuidarse de forma diferente.
La zona del recto y el ano es muy sensible, tanto para mujeres como para los hombres, por lo que es esencial prevenir las lesiones más habituales, como fisuras, desgarros o irritaciones muy localizadas de la piel.
Además, en las relaciones sexuales anales son mayores los riesgos de transmisión de VIH, en comparación con las relaciones sexuales vaginales u orales, tal y como destaca el National Center for HIV / AIDS, Viral Hepatitis, STD, and TB Prevention en su artículo Relaciones sexuales anales y el riesgo de VIH.
A continuación, repasamos cinco sencillos hábitos para proteger nuestra salud al mantener este tipo de relaciones sexuales.