Una de las fantasías sexuales más recurrentes es la de practicar un trío. ¿Por qué es así? Es muy sencillo: si el sexo entre dos personas ya supone todo un universo de imágenes, posturas y deseos, imagínate que en lugar de dos intervienen tres individuos.
Las posibilidades se multiplican casi, diríamos, hasta el infinito. Eso sí, no todo siempre es tan sencillo como parece, ya que son muchas las formas en las que pude surgir un trío, y no todas pueden funcionar para ti.
Cuando pensamos en introducir una tercera persona en nuestros juegos eróticos, ¿qué horizontes se abren ante nosotros? Pues bien, en cuanto pensamos en ello nos vienen muchas dudas:
- ¿Con otro hombre o con otra mujer?
- ¿Prefiero ser la tercera persona o mejor cerramos el triángulo con mi pareja?
- ¿Podrían surgir problemas con mi pareja actual?
- ¿Y si me termino enamorando o quiero repetir con esa persona a solas?
- ¿Y si cuando empezamos a jugar los tres me doy cuenta de que esa persona no me gusta?
Por eso es muy importante tener todos estos aspectos en cuenta y establecer previamente unas "normas" o cuestiones básicas para que todos los integrantes disfruten al máximo. Estas son las claves para que todo trío salga bien.
Decide el formato de trío que más te conviene
La primera cuestión que debes resolver es el marco en el que realizarás el trío. Coge papel y boli y aprovecha un momento de calma en tu jornada para decidir cómo te gustaría que fuera:
- La persona. Es esencial saber si quieres que sea con dos hombres, con dos mujeres o con uno de cada.
- El lugar. El espacio importa. Si cuando compartes intimidad con una persona debes sentirte a gusto, imagínate si en lugar de una son dos. Puede ser en tu casa, en la de tu pareja si no vivís juntos, o en la de la tercera persona.
- El día y la hora. Conviene que el trío tenga un lugar en el que tú puedas dedicarle tu presencia consciente. Si pactas que sea después de una jornada intensa de trabajo es posible que te sientas incómoda, necesites una ducha, estés cansada y más nerviosa. Una tarde de fin de semana con opción a alargar durante la noche si todas las partes se sienten a gusto es una excelente manera de enfocar la experiencia.

Trío con tu pareja: cómo decírselo
Si el deseo de realizar un trío crece en ti pero tu pareja ni lo sospecha, tal vez haya llegado el momento de plantearlo abiertamente. Sé sincera. Exprésate con naturalidad. Comunícale que es una práctica sexual que te gustaría experimentar y pídele opinión. Cuando te la dé, escucha y empatiza: no juzgues.
Al comunicarlo pueden ocurrir dos reacciones distintas:
- Que no quiera probar: Deberás respetarlo. En este caso, además, es posible que a tu pareja le asalten dudas del estilo “¿No soy suficiente para ti?”. Es uno de los riesgos, pero de ser así, conviene dejarle muy claro que tu interés en él o ella no ha decaído (si es realmente así) y que su negativa no compromete vuestra relación. Otra cosa es que para ti realizar un trío sea una huída hacia adelante y una oportunidad para tener relaciones sexuales con otras personas bajo un marco de “legalidad” con tu pareja.
- Que sí quiera probar: Normalmente los síes no son rápidos ni definitivos, pero la aceptación de tu propuesta llega porque es posible que tu pareja tenga la misma fantasía que tú. Si está dispuesta a hablar del tema ha llegado el momento de negociar.

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Marca los límites del trío sexual
En el caso de que lo hagas con tu pareja, es importante que habléis mucho sobre este tema. Conviene que no quede ningún cabo suelto. Más allá de las cuestiones que planteamos en el posible formato de trío, es importante que establezcáis qué os gustaría hacer y qué no. ¿Cuáles serán vuestras líneas rojas?
En el diálogo sincero sobre qué queréis que ocurra es importante que:
- Escojáis una persona que os guste a los dos. Será más fácil si pensáis en una persona que ya conocéis porque ya existirá una relación de confianza y comunicarse con claridad será más sencillo.
- Compartáis con esa persona qué deseáis hacer antes de empezar. Saber qué espera cada una de las partes facilitará la toma de decisiones y evitará posibles sorpresas no deseadas.
- Dejéis que el encuentro fluya con naturalidad. Relajaos. Hacer un trío no es una competición, es un juego en el que se trata de disfrutar sin presión ni expectativas. Reservad unas horas para que en ese juego de ir y venir haya espacio para la risa y el juego cómplice.
- Pactéis qué ocurrirá si uno de los dos no se siente a gusto: ¿El otro podrá seguir con la tercera persona o el juego se terminará? Definir todos los escenarios y qué esperáis de vuestra pareja en cada caso evitará que aparezcan fantasmas cuando os volváis a quedar solos.
- Usad protección. Este apartado no debería ser negociable. Tu salud física y emocional no puedo ponerse en riesgo.
- ¿Habrá juguetes? Conviene pactar entre vosotros, y también con la tercera persona, si queréis que participen objetos que os puedan estimular o ampliar las dinámicas eróticas.
Es importante tener en cuenta que, aunque un trío puede ser emocionante, también puede ser complicado y causar problemas en una relación. Asegúrate de tener una comunicación sana y honesta con todas las partes involucradas antes de tomar cualquier decisión.