El erotismo muestra piel. La pornografía enseña carne. Aunque cada persona tiene delimitada la línea que separa el erotismo de la pornografía, podemos afirmar que la primera se centra en sugerir a través de la piel, las formas y los bultos, mientras que la pornografía muestra relaciones sexuales explícitas.
Un poquito de historia
Tenemos huellas de las representaciones eróticas de nuestros antepasados casi desde el mismo momento en que sabemos que existe el ser humano.
En las tribus primitivas se estableció el culto totémico hacia los genitales y todas las partes del cuerpo humano destinadas a la procreación y la lactancia. El útero y el pene fueron las primeras estructuras anatómicas objetos de esa tipología de culto y desde el inicio resultaron ser objeto de la admiración de los humanos por la maternidad, la fertilidad y el erotismo.
Tras siglos de evolución, hoy sabemos que la idea moderna que tenemos del porno se definió a partir de la comercialización masiva de material erótico en el siglo XIX durante el periodo de la época victoriana. La segunda revolución industrial hizo el resto: producir en masa imágenes eróticas.
¿Es mala la pornografía?
No, para nada. Siempre y cuando se tenga claro que se trata de un objeto de consumo y que, como tal, está sujeto a algunos peligros, como por ejemplo la adicción.
Hoy te traemos 5 expectativas del porno que no se corresponden con la realidad.