Que a cada una nos gustan cosas diferentes es un hecho ineludible. Este infinito y diverso abanico de preferencias se intensifica especialmente en el inexpugnable mundo donde podemos liberar nuestro lado más salvaje: el sexo. Esta es la esfera más íntima de las relaciones interpersonales, un contexto en el que podemos dejarnos llevar por pensamientos más irracionales, y en el que las formas de satisfacer nuestros deseos a menudo van mucho más allá del mero movimiento físico; la mente y, en concreto, la imaginación, pasan a jugar un papel mucho más importante.
Esos momentos en los que podemos dar rienda suelta a nuestras fantasías más íntimas y buscar formas de satisfacer nuestro deseo sexual que se salgan de lo considerado como ‘normal’ o ‘usual’, han dado pie a que muchas de las fantasías más bizarras y fuera de lo común se acaben materializando en objetos fetiche, dando pie, así, al conocidísimo concepto del fetichismo, relacionado con aquellos objetos o partes del cuerpo (más allá de los genitales) que pueden generar excitación sexual.
Los objetos fetiche pueden abarcar desde cosas consideradas más corrientes o habituales en el imaginario colectivo (los pies serían seguramente el 'miembro de oro' del mundo fetichista), hasta los deseos más peculiares y perversos, que podrían escandalizar a más de uno. En cualquier caso, está claro que, cuando se trata de ingeniárnoslas para estimular nuestros momentos más íntimos, nuestra imaginación no tiene límites.
Estudios realizados por el departamento de Psicología de la Universidad de Quebec revelaron que, en el mundo del fetichismo, la mente masculina y femenina funciona de formas diferentes. Los resultados obtenidos mostraron que entre las fantasías sexuales más habituales de las mujeres figuraban: mantener relaciones en lugares extraños o insólitos, recibir sexo oral, ser dominadas sexualmente por su pareja, tener sexo en público o participar en orgías. Sin embargo, las fantasías sexuales de los hombres son algo diferentes: hacer un trío con dos mujeres, tener sexo apasionado de forma inesperada, ver a dos mujeres practicando sexo, o eyacular sobre su pareja.
Estas fantasías son todas seguramente de lo más corriente, y puede que para algunas incluso suenen aburridas, pero cuando nos adentramos en el mundo del fetichismo, la cosa cambia: existen manías y deseos tan extraños, que han sido estudiados a fondo desde hace ya décadas por expertos en psiquiatría y psicología (fue el mismo Sigmund Freud el que primero empleó el concepto de 'fetichismo' para referirse a la excitación causada por un obeto específico). De hecho, precisamente el término ‘parafilia’, dentro de la especialidad de psicología, define la materialización del deseo sexual en objetos, situaciones, actividades o individuos. Dentro de este ámbito, los estudios han llegado a categorizar hasta 549 tipos diferentes de parafilias en 130 categorías distintas, y estas son sin duda algunas de las más extrañas:
1. Espectrofilia
Es la atracción sexual hacia un espectro o ‘fantasma’. Aunque te parezca curioso o incluso cómico, hay personas que encuentran placentero divagar sobre la posibilidad de tener un encuentro sexual con un fantasma.
2. Mecanofilia
Se trata de un tipo de fetichismo hacia las máquinas o gadgets. Obviamente, la fantasía no es mantener relaciones sexuales con el objeto en sí, sino que es la máquina en sí la que despierta excitación.
3. Ursusagalamatofilia
Este tipo de parafilia hace referencia a la excitación de algunos individuos por personas que proyectan cualidades y características de animales, como por ejemplo una gran cantidad de vello corporal.
4. Fornicofilia
Esta fantasía se basa en la obtención de placer sexual derivado de tener insectos deslizándose por distintas partes del cuerpo. En algunos casos, las personas pueden llegar a utilizar algún tipo de insecto en prácticas sexuales. Sin duda, no es hobby de los más recomendados.
5. Salirofilia
Es una excitación por las cosas o personas que están sucias. Sí, mientras que a muchos la idea de mantener relaciones en condiciones de dudosa higiene no resulta muy apetecible, en los que padecen este tipo de parafilia despierta un mundo de sensaciones.
7. Hematofilia
También conocido como fetichismo vampírico, este fetiche implica la utilización de sangre durante el acto sexual. La práctica puede incluir tanto la presencia de sangre, como su ingesta.
8. Autonepiofilia
Son personas que pueden alcanzar la excitación sexual con un pañal. Está asociado a juegos eróticos basados en roles y es muy distinto a la pedofilia, ya que los autonepiófilos encuentran excitante simplemente el uso de pañales o ser tratados como bebés.
9. Dendrofilia
Es la atracción sexual hacia árboles y plantas, que muchas veces se emplean como objetos sexuales. De esta práctica se derivan otras más ‘populares’ como la masturbación con algunas frutas y vegetales.
10. Agalmatofilia
Algunas películas han retratado esta extraña y un tanto escalofriante fantasía sexual, que se manifiesta en las personas que sienten una atracción sexual (o incluso sentimental) hacia muñecas, estatuas o maniquíes.