Hombres y mujeres no perdonan de igual manera una infidelidad. Y tampoco valoran del mismo modo su gravedad. Por ejemplo, a los varones les preocupa más la sexual, mientras el sexo femenino considera peor el engaño con un ingrediente emocional añadido. Al menos, estas son las conclusiones de un estudio elaborado por la página web de citas eDarling. Eso sí, ambos géneros coinciden en afirmar que darían por terminada una relación si se descubriera una infidelidad.
Los motivos por los que los miembros de una pareja se engañan también difieren entre ambos sexos, según eDarling. Por ejemplo, los hombres confesaron que la rutina o el cansancio por la monotonía y la curiosidad por conocer a otras personas les empujaron a ser infieles. El amor o el enamoramiento es más cosa de ellas. Aún así, cerca de la mitad de los encuestados respondieron con un 'simplemente pasó' ya que no sabían con exactitud cuál fue el motivo de su infidelidad.
¿Por qué somos diferentes?
Teniendo claras las diferencias, la pregunta es: ¿por qué? Los motivos dependerán de cada individuo pero, a grandes rasgos, el psicólogo Robert Weiss, autor de numerosos artículos y manuales de psicología, señala que las mujeres suelen dar más importancia a determinados aspectos de la relación: la complicidad, la demostración de amor mediante caricias, abrazos o besos, o sentirse querida y valorada. Si esto falla el riesgo de ser infiel puede aumentar.
Según Weiss, los hombres valoran más la sexualidad y pueden salir a buscarla si no la encuentran en su pareja, a pesar del compromiso que adquirieron. También pueden estar implicados otros motivos como la inconformidad por el paso de los años o la inseguridad. Asimismo indica que pueden anhelar la fase de cortejo y pueden caer en el consumo de pornografía online para satisfacer temporalmente, por ejemplo, necesidades emocionales que ellos mismos ignoran tener.
La perspectiva de la infidelidad según hombres y mujeres ¿por qué suele ser diferente?
Es un terreno complicado, espinoso. Lo abordamos para observar las diferencias entre ambos sexos en este sentido, unas perspectivas que a lo largo de los siglos han mantenido su misterio
