El gran éxito de la pastilla azul (Viagra) para tratar los problemas de disfunción eréctil en los hombres espolea desde hace años a los laboratorios farmacéuticos en la búsqueda de una solución similar para tratar la disfunción sexual femenina. Un trastorno que, se asegura, afecta a entre el 10% y el 40% de las mujeres en edad adulta.
Pero, hasta ahora, no han conseguido formular el medicamento adecuado, pese a que se han presentado varios de ellos y algunos pueden comprarse sin problema en algunos países y, naturalmente, por internet. ¿Por qué no funcionan? “La viagra tiene un efecto a nivel de la excitación y contribuye a la erección del pene. No tiene nada que ver con el deseo. De hecho, los hombres que la toman ya sienten deseo y lo hacen para conseguir mantener relaciones sexuales satisfactorias. En el caso de las mujeres la situación es diferente. Hay mujeres diabéticas o hipertensas que tienen problemas de excitación. Pero el problema de la mujer no suele ser éste, sino la falta de deseo. Y encontrar un fármaco que trabaje a nivel del deseo es más complicado” –explica la doctora Francesca Molero, ginecóloga y directora del Instituto de Sexología de Barcelona.
¿Cómo se dispara el deseo femenino?
“La sexualidad femenina es diferente a la masculina. No hay un problema de potencia, como en el caso del hombre que debe mantener la erección. No sólo hay que estimular el clítoris, hay muchas zonas erógenas en el cuerpo de una mujer. Su sexualidad tiene muchas más caras y es estimulada por la relación, la palabra…”, asegura la Dra. Carme Valls, endocrinóloga y autora de libros como Mujeres invisibles para la medicina (Ed.Debolsillo). Incide en ello Emilio López Bastos, vicepresidente de la Sociedad Gallega de Sexología, quien explica que “la llaman viagra femenina, pero no funciona igual. El impulso y el deseo no tienen nada que ver con la viagra. La excitación tiene más que ver con las vías nerviosas y la circulación, mientras que en una disfunción como el deseo sexual inhibido se vive una carencia. Es un problema muy personal que requiere de un análisis profundo, igual que en los hombres. Cuando se pierde el deseo sexual es porque detrás hay una serie de variables que nada tienen que ver con la química”. Eso no quiere decir que no haya mujeres con problemas en la fase de excitación y, en este sentido, afi rma que “la parte orgánica es innegable, no se puede dejar de lado. Sí, como sucede en la erección del hombre, se puede desarrollar algo, pues bienvenido sea”.
Las diferentes viagras femeninas
Los medicamentos presentados hasta hoy para tratar la falta de deseo femenino pueden clasifi carse en tres grupos: fármacos que aumenta la excitabilidad, potenciando la lubricación y la ‘erección’ del clítoris; fármacos hormonales, básicamente con testosterona y que no se han demostrado realmente efi caces en la mujer; y psicofármacos, entre ellos algunos anti-depresivos. Los nuevos fármacos que se presentarán en el mercado combinan varios de estos grupos.
- ORL101, de la empresa Orlibid, basa sus efectos en la melatonina, la sustancia que regula nuestro reloj biológico. Según la empresa es capaz de aumentar la libido durante 2 horas 15 minutos después de tomarla y, además, reduce el apetito. Podría estar en el mercado a finales de este año.
- Lybrido, creada por el doctor holandés Adriaan Tuiten, son dos pastillas (Lybrido y Lybridos), recubiertas de testosterona, una con sildefanilo (ingrediente clave de la Viagra masculina que aumenta el flujo sanguíneo en los genitales y potencia el efecto de la testosterona sobre el deseo) y otra con buspirona (ansiolítico que aumenta la producción de dopamina, neurotransmisor vinculado con la serotonina y asociado al placer). Se prevee su lanzamiento para 2016.
- La flibanserina, un antidepresivo de los laboratorios Boehringer Ingelheim que demostró su eficacia para aumentar la libido en animales de laboratorio, no ha superado los controles de la agencia americana del medicamento (FDA). También contenía sildenafilo y demostró que aumentaba la libido en un estudio con mujeres tratadas con él. Aunque el grupo de mujeres que tomó placebo presentaba resultados similares. Sin embargo, volverá a presentarse en unos meses a la FDA tras realizar nuevos estudios.
- En 2008 apareció en España Intrinsa, un parche de testosterona aprobado para tratar el Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH) en mujeres con una menopausia quirúrgica (extirpación del útero y los ovarios o histerectomía total) y en tratamiento con estrógenos. Sus efectos no eran puntuales ni instantáneos y se esperaba que la testosterona liberada actuase en el cerebro aumentando la libido. Ya no se utiliza.
¿Qué es exactamente la falta de deseo?
Denominada también inapetencia o desgana, tiene diversas características:
- Ausencia de fantasías o pensamientos sexuales
- No se inician relaciones sexuales
- Se tiende a posponerlas
- Se realizan conductas evitativas
- Se siente una incapacidad para disfrutar
- Produce preocupación, dudas, estrés y angustia
Los expertos aseguran que sólo en el caso de que se produzca este último punto, es decir, se viva con estrés y angustia la situación, se trata de un problema.
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