¿Qué ha cambiado? Básicamente, la mayor sexualización del cuerpo preadolescente y adolescente, especialmente de las niñas.
Es habitual ver en redes sociales, videoclips y en algún que otro anuncio publicitario niñas muy jóvenes sobreactuando en un rol o papel que emocionalmente todavía no les corresponde.
Ese acortamiento de la infancia tiene un problema añadido: esas adolescentes y preadolescentes (y muchos adolescentes también) no han desarrollado todavía los mecanismos de la personalidad para que sepan cómo formar vínculos sentimentales consistentes, tal y como explican en este artículo de Crónica Global de El Español.
Por esta razón, es muy importante que los menores sepan muy bien qué pueden esperar de su primera relación sexual, porque de la misma manera que asumen roles publicitarios que no les toca, tampoco deben dar por hecho que esa experiencia va a ser como la de un adulto, formado y experimentado.
Según un estudio de la Liga Española de la Educación y que recoge 20 Minutos, dos de cada cinco jóvenes de entre 14 y 18 años aseguran que ya han tenido relaciones sexuales: la tercera parte a los 15 años, un 9% de las chicas y un 18% de los chicos a los 13 años. Entre los que no se han iniciado aún en la sexualidad, el 65% confirma que es porque no han encontrado a la persona adecuada.
Si la mayoría de los adolescentes españoles tienen su primer noviazgo hacia los 12 años y la primera relación sexual hacia los 15, ¿qué deberían esperar realmente de su primera relación sexual?