A veces, en las relaciones también llega el frío. Ya no hay detalles, la rutina se instala y en ocasiones el aburrimiento con ella. Todo se vuelve muy automático: se dan cosas por hecho y se espera que el otro lo comprenda, lo averigüe o que ya lo sepa. Y con ello se crean distancias, incluso abismos. El descuido en las relaciones, además de ser un gran obstáculo, es una voz de alarma, un aviso de que algo pasa.
Quien lo ha experimentado conoce las sensaciones: se teme sobre todo que la causa de ese frío sea el desamor, que en algún momento todo se rompa y se tenga que dejar ir a esa persona que tanto significado ha dado a nuestra vida. Aparecen las dudas y las preocupaciones constantes y una hilera de pensamientos que tratan de buscar el origen de cuando todo cambió. Una respuesta que a menudo no llega porque el enfriamiento ha sido progresivo. Ya no hay abrazos que nos refugien ni se siente el calor del afecto…
Sentirse descuidado duele, inquieta y nos enfrenta al miedo a la pérdida
En esta situación, es común pensar que el otro ya no tiene interés por nosotros, que ya no somos su prioridad y que estamos ahí sin más. Ahora bien, ¿cómo se enfría el amor? ¿Hay solución?
El descuido en las relaciones: ¿por qué sucede?
Existen varios motivos por los que el frío llega a las relaciones. De hecho, casi todas las parejas han experimentado etapas más frías que otras, la cuestión está en la duración de esa bajada de temperatura y los motivos subyacentes a su llegada. A veces será puntual y a pesar de llevar a la deriva durante un tiempo a la pareja, esta saldrá reforzada, pero en ocasiones puede prolongarse tanto hasta levantar muros insalvables que tanto sufrimiento generan.
1- El abandono emocional
Si hay un frío incómodo en las relaciones de pareja es el que surge a raíz del abandono emocional, de ese no tenernos en cuenta que surge de la indiferencia, de ese “estar, pero no estar”. La comunicación escasea, sobre todo, en relación a los sentimientos, ya no hay intención de comprensión y no se nutre el afecto. La dinámica es rutinaria y aburrida.
Sin duda, se trata de una de las situaciones más complejas en una relación de pareja: el otro ya no es nuestro soporte ni el compañero de retos, alegrías y dificultades porque no está. Se ha pasado de ser cómplices a extraños compañeros de cama y sofá.
Las causas de este dejar de estar disponible a nivel emocional pueden ser múltiples: desde el resentimiento por una dificultad del pasado que no se llegó a solucionar en la relación, la vivencia de una etapa complicada a nivel personal y laboral, la huella de heridas emocionales o el desvanecimiento del amor. Sea como sea, no conviene extraer conclusiones rápidas.
2- El sedentarismo emocional
Dar por sentado en la relación de pareja es uno de los errores más comunes
Pensar que el otro estará siempre, que siempre nos querrá y que sabemos cómo se siente en todo momento es un error.
El amor hay que cuidarlo porque si no se le presta atención, si no se cultiva a diario, al final se desvanece. Hay que trabajarlo en cada palabra, en cada detalle, en cada acto… Y por supuesto tener muy presente que alcanzar la estabilidad en pareja no implica dejadez y que el compromiso con el paso del tiempo puede desaparecer. Porque cuando cada miembro de la pareja cambia, también lo hace la relación.
3- La aparición de problemas y enfermedades
Ante la presencia de problemas de cualquier índole, ya sean familiares, laborales o de amistad o cualquier enfermedad, tanto física como psicológica, la relación de pareja también puede resentirse. Y más si la persona no comprende exactamente lo que le pasa, no se abre a cómo las dificultades influyen en su estado de ánimo o en su vida o no comparte con la pareja cómo está viviendo la situación.
Así, es complicado cuidar la pareja cuando ni uno mismo afronta lo que le sucede. De ahí que lo más recomendable sea buscar ayuda profesional.
4- Cuando hay una diferencia de valores y actitudes
Es muy fácil sentirse descuidado en una relación de pareja cuando existe una diferencia de valores entre sus miembros. Cuando el sentido y el propósito de sus vidas es muy diferente, ya que las prioridades de ambos también serán distintas.
Si esto no se tiene cuenta y no se respeta, es muy probable que a la larga ambos estén descontentos el uno con el otro. Hablamos por ejemplo de aquellas situaciones en las que para uno el trabajo es muy importante y podría cambiar de ciudad o país sin pensarlo, mientras que para otro su prioridad es la familia o de esa pareja en la que uno quiere tener hijos y el otro no. Situaciones en las que los valores y prioridades son prácticamente opuestos.
Claves para cuidar una relación
Como mencionamos antes, el amor hay que cuidarlo y para saber cómo hacerlo recurrimos a uno de los mayores expertos en relaciones de pareja, el psicólogo John Gottman. Según él, existen unos aspectos claves que fortalecen la relación de pareja y favorecen que esta se mantenga, a pesar de las dificultades. Son las siguientes: