Es posible que notes que en el verano tus hormonas se ponen más juguetonas, y no sabes por qué. Existe una respuesta: los niveles de vitamina D y serotonina son más altos al exponernos al sol.
Según un estudio disponible en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, cuanto mayor es la cantidad de vitamina D en la sangre, también son más elevados los índices de nuestras hormonas sexuales.
Además, otra investigación confirma que sumado a tu apetito sexual, el sol también influirá en tu fertilidad porque al exponerte a su radiación, tu cuerpo es capaz de absorber la vitamina D, que nos ayuda a mejorar la calidad del esperma y el estado general de las hormonas sexuales, tanto masculinas (aondrógenos), como femeninas (estrógenos y progesterona). Esta es una más de las razones que explican por qué la tasa de natalidad se incrementa en primavera.
¿Y sabías que en esta temporada cálida del año también es cuando la mayoría de las personas engañan a su pareja? Gleeden, el primer sitio web de encuentros para mujeres casadas, realizó una encuesta a más de 7.000 de sus miembros para averiguar cuántos habían caído en la tentación de la infidelidad durante sus vacaciones de verano. Casi una cuarta parte de los entrevistados, el 23%, admitió haber sido infiel mientras estaban de vacaciones con su pareja.
En una encuesta, el 23% admitió haber sido infiel mientras estaban de vacaciones de verano con su pareja
Definitivamente, parece que el calor ayuda a poner en marcha nuestros motores, pero el vínculo entre el verano y el deseo sexual no siempre es evidente. No todo es de color de rosa. El verano también significa sudor, dificultad para conciliar el sueño, quemaduras en la piel, irritabilidad y en ocasiones también pérdida de ese impulso erótico que los rayos solares nos otorga.
Cuando hace mucho calor y no tienes aire acondicionado, o cuando ese aire no está haciendo su trabajo, tu piel está caliente y pegajosa, y no hay nada peor que tener a otra persona en las mismas condiciones respirando y exhalando en tu cuello. Como ves, las altas temperaturas pueden o bien trabajar a tu favor o bien en tu contra.
Por un lado, habrá más bikinis, pantalones cortos, camisetas sin manga, piel, hormonas revolucionadas y libido. Por el otro, exceso de calor, gotas de sudor que se precipitan desde la frente y las cejas, pieles pegajosas, olores, deshidratación constante y riesgos de sufrir un temido golpe de calor.
Descubre algunos consejos prácticos para practicar sexo este verano y montártelo (mejor) durante la ola de calor: