Las aplicaciones de citas nos han permitido acceder a un mercado de deseo que hace tan solo unos años no hubiésemos podido imaginar. Con un solo clic, o deslizando el dedo hacia la derecha o hacia la izquierda, tenemos la posibilidad de “conectar” con una persona al otro lado de nuestro smartphone que tiene las mismas intenciones que nosotros: charlar, pasar un buen rato e incluso conocer.
Así es como la mayoría de las mujeres solteras conocen a hombres que, bajo una identidad si no falsa, por lo menos no del todo cierta, tienen ganas de vivir una aventura.
El problema surge cuando se van conociendo y descubren que ese hombre no termina de ser lo que pensaban: le cuesta hablar de su vida privada, de su pasado e incluso de su presente. En ocasiones tarda en contestar un WhatsApp más de lo habitual. Incluso cambia de planes repentinamente, especialmente si tiene hijos. Es una señal de que puede estar casado.
Perfil psicológico de las amantes
¿Cómo son y cómo piensan las mujeres que se sienten atraídas por hombres casados? Te dejamos unas claves con las que tal vez te sientas reconocida:
- Relación amor – intimidad. Para muchas mujeres la relación sexual se vincula con los sentimientos de aceptación, atracción y protección. Les resulta difícil separar el amor de la intimidad, por lo que es más habitual buscar hombres casados para sentirse protegidas.
- Decepciones previas. Muchas mujeres relatan que se cansaron de buscar el amor de un hombre soltero. Sufrieron una decepción, o varias, y ya no tienen ganas de volver a intentarlo. Un hombre casado es una manera de mantener una relación a medias sin tener que dar explicaciones.
- Deseo de competir y ganar. Algunas mujeres buscan competir directamente con otras mujeres por el amor de un hombre. ¿Qué hay detrás de esta conducta? Un deseo enorme de ganar y demostrarse a sí mismas y a los demás que pueden tener a cualquier hombre.
Ventajas e inconvenientes de acostarse con un hombre casado
Te proponemos una pincelada de ventajas, pero muchos inconvenientes, porque acostarse con un hombre casado puede ser un juego muy peligroso si se profundiza en el vínculo erótico afectivo.