- Resuelve crucigramas, sudokus, pasatiempos? Aumentará tu tasa de dopamina, un neurotransmisor que facilita la transmisión de señales por las cadenas neuronales y estimula el cerebro a la vez que aporta sensación de bienestar.
- Si habitualmente realizas un mismo trayecto andando, procura cambiar de ruta a menudo. Descubrirás cosas que antes no habías visto y tus cadenas neuronales aumentarán.
- Rescata de tu memoria una imagen, un pensamiento, una música, un paisaje? que te haya producido bienestar. Conviértelo en tu amuleto y piensa en él cuando te sientas mal, verás cómo la sensación desagradable se convierte en agradable.
- Acostúmbrate a calcular el cambio que deben darte al pagar. Una vez que lo tengas, cuéntalo. Calcular mentalmente te ayuda a ejercitar tu capacidad numérica.
- Antes de colocar las maletas en el maletero o la comida en la nevera, piensa en cómo lo distribuirás para que quepa todo. Estarás trabajando tus habilidades espaciales.
- No tengas pereza en montar tus propios muebles o instalar electrodomésticos sencillos. Interpreta instrucciones bidimensionales para crear u operar con objetos tridimensionales.
- Detén un momento tu actividad, cierra los ojos, aguza bien el oído e intenta reconocer todos los sonidos que escuches.
- Al cortar un bizcocho, busca la manera que te permita hacer partes iguales. Prueba con otros objetos: una baraja de cartas, una rebanada de pan, una caja de grapas? Con ello trabajarás tu capacidad para estructurar el espacio.
- Al conocer a alguien nuevo, fíjate en los rasgos de su cara y su constitución. Ejercitarás la capacidad de observación. Intenta describir a la persona más tarde, cuando ya no esté frente a ti. Ejercitarás la memoria.
- Cuando no recuerdes alguna palabra y tengas la sensación de que la tienes en la punta de la lengua, empieza a pensar en las primeras letras consonantes del abecedario y a cruzarlas con las vocales. Verás cómo la recuerdas enseguida.
Y ahora, cuida tu dieta con los alimentos que te harán vivir 100 años