1. En tu libro El arte de no amargarse la vida, pones el foco en el yo para poder modificar tu ambiente, lo que quiere decir que nosotros podemos ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo, ¿somos nuestra arma de doble filo?
Sí. La vida es un chollo si estás bien amueblado mentalmente. Si, por el contrario, te dices tonterías a ti mismo, puede ser una condena. Si eres fuerte a nivel emocional, prácticamente nada ni nadie te afectará mucho.
2. La cuestión de la perspectiva aparece también en tu último libro, Las gafas de la felicidad. ¿Qué novedades nos aporta tu nuevo trabajo?
Explico en detalle la filosofía personal de varios modelos de fortaleza. Por ejemplo, la de Jean Dominic Bouvy, que se quedó tetrapléjico pero que fue feliz y un escritor exitoso. Si copiamos su manera de pensar, nos hacemos tan fuertes como él. En el libro, explico sus puntos fuertes, sus claves mentales. También describo la herramienta de la "visualización racional" para producir un cambio en la forma de funcionar de nuestro cerebro.
3. Recomiendas pensar en la muerte como remedio para atajar la angustia cotidiana. ¿Se puede pensar en ella constructivamente?
La muerte es buena y bonita. A nuestra sociedad se le ha metido en la cabeza que lo antinatural es bueno. ¡Estamos pirados! Nada es más natural que la muerte. Yo pienso un ratito cada día en mi propia muerte y se trata de un ansiolítico fenomenal: "Si me voy a morir pronto, ¡a qué carajo le voy a tener miedo!"
¿Quieres conocer todas las claves para no amargarse la vida de la mano de Rafael Santandreu? El viernes 8 de mayo a las 16:15h pronunciará la conferencia "El arte de no amargarse la vida: últimas lecciones" en el Congreso Objetivo Bienestar.