1. Aprende a activar el modo "off"
"No estamos preparados para estar siempre 24 horas on. El descanso de una persona que está siempre con el móvil conectado no es el mismo que el de quien lo pone en modo vuelo", señala Juan Salvador Victoria, autor de Comunicación Slow. Aunque no estemos preparados para ello, la realidad apunta a que estamos permanentemente conectados: la mitad de los españoles que usa WhastApp está continuamente pendiente del móvil (un 42,3%) y la otra mitad (un 47,7%) revisa los mensajes varias veces durante el día, según datos del CIS de febrero de este año. ¿Por dónde empezar para hablar menos a través de la pantalla y más con quien tenemos al lado? "No nos dejemos llevar por la urgencia. Que no sea el dispositivo el que elija. Haz una pedagogía con el grupo: no siempre estás ahí, no siempre respondes, así el receptor no tendrá esa expectativa".
Las rupturas matrimoniales van en aumento desde 2014 ?en ese año, el número de divorcios, nulidades y separaciones subió un 5,4%? y asciende el número de hogares unipersonales, según datos del INE. "Por un lado a la gente cada vez le cuesta más encontrar pareja, y por otro hay parejas al borde de la ruptura porque no tienen herramientas para cuidar esa relación. Estamos acostumbrados al placer rápido, y si la relación no funciona, no nos planteamos por qué, en lugar de pensar qué ha pasado", explica la psicóloga y sexóloga Emma Ribas. En su consulta de Barcelona, aconseja a sus clientes sobre la necesidad de buscar tiempo para su relación: "Les pregunto cómo cuidan su planta, qué han dejado de hacer. También les explico la diferencia entre el deseo y el placer: lo primero es la imagen que creas en tu cerebro de lo que quieres conseguir, y si no lo tienes, te frustras. El placer, en cambio, es conectarte con tus sensaciones. A nivel práctico, les indico que intenten descubrir su cuerpo, el olor, el gusto? Que creen ambientes agradables con música, por ejemplo", fundamental para mantener la armonía en pareja.
3. Ejercicio y respiración: una combinación llena de beneficios
"La meditación es la única manera de decir: encantado de conocerme. No se puede tener quietud si no sabes respirar", defiende Carlos Montes, vicepresidente de Slow People. Si te cuesta relativizar, tienes dificultad para concentrarte y disfrutar de cada momento, meditar te puede ayudar a desarrollar la atención, relajarte y acallar los pensamientos negativos. Los estudios científicos lo confirman: un trabajo de la Universidad de Harvard (EE UU) concluyó el año pasado que meditar cerca de 30 minutos durante 8 semanas transforma la fisiología del cerebro (aumenta el volumen de las áreas relacionadas con la concentración, la memoria y la empatía, entre otras). El movimiento slow también promueve disciplinas que ejerciten el cuerpo y la mente, y entrenen el hecho de vivir el momento. En esta línea, el yoga es la práctica afín a la lentitud por antonomasia: se centra en la respiración y permite estirar y relajar la musculatura; a la vez que conlleva retos personales, insta a avanzar en las posturas y sentirse satisfecho de lo conseguido.
4. Compra de forma sostenible, reutiliza y "hazlo tu misma"
La filosofía slow valora todo lo elaborado de forma artesanal y la necesidad de sentirse realizado con algo hecho por uno mismo, con las propias manos. Un modo de ocio sostenible es lo que en EEUU denominan Do It Yourself (hazlo tú mismo), es decir, decorar tu casa reparando objetos estropeados y reutilizando materiales. Si eres manitas y quieres iniciarte en el DIY encontrarás desde tutoriales para hacer mascarillas, pintalabios o incluso regalos. En tiendas de muebles reciclados como L'Estoc ofrecen joyas como mesas hechas con azulejos modernistas o puertas recuperadas que se convierten en espejos y escritorios. Si quieres dar y recibir objetos a coste cero y evitar desecharlos, Madrid Recicla y BCN Freecycle son redes que facilitan este intercambio.